viernes, 2 de enero de 2015

Destino: Europa - Parte 4

Ha pasado aproximadamente 2 semanas desde que estuve en Europa. Me lo pasé bastante bien, pero me lleve un recuerdo amargo de allí por culpa de Scott. Aun no me puedo quitar de la cabeza cuando casi me besa. Casi. Tenia que pegarle cuando aun tenia oportunidad. ¿Acaso no es un hombre? ¡Pues que se comporte como uno! Y eso implica a tratar a las mujeres con delicadeza, dulzura y amabilidad. Además de ser un bebedor compulsivo como Arthur... Pero bueno, que se le va hacer. Los hombres seguirán siendo hombres, pero más tontos.
Actualmente, estoy en una reunión con mis superiores. Asuntos políticos y tal... Pero lo malo, ¡es que me estoy durmiendo! Es aburridísimo estar en una reunión que no quieres estar. Y para colmo, de algo que escuchas dia a dia. Cuando era pequeña pasaba el tiempo con China-sense y nunca me tenía que preocupar de algo. Pero ahora que soy un país... ¡Tengo que esforzarme al máximo! De repente una de las secretarias del lugar donde estábamos haciendo la reunión irrumpio en la sala y dijo:
- Eh... Señorita Taiwan, tiene una carta...
- Ah... Vale.- le dije interrumpiendole
- Y también el señor China está en recepción.
- ¡¿Que?!- le dije alarmandome- Voy para allá.
- Pero Taiwan, aún no hemos acabado la reunión.- me dijo unos de mis superiores
- Acabadla vosotros. Yo ya me estaba durmiendo.- dije mientras salia de la sala
Cuándo salí, me dirigí corriendo a la recepción y me lancé sobre China.
- ¡¡¡¡Sense!!!!- dije emocionada
- A-Aiyaa... ¡Taiwán! ¡¿Y tus modales aru?!- me dijo algo enfadado
- Jeje... Perdon.- le contesté mientras me rascaba un poco la mejilla. Luego me dirigí a recepción a coger la carta- Y bien, ¿que haces aquí?
- Nada en especial aru.- me contestó mientras miraba como cogia la carta- ¿Ya te a llegado?
- ¿Esta carta? Si.- asentí levemente- ¿Por que preguntas? Espera, ¿acaso sabes lo que hay dentro?
- Bueno, algo así aru...
- Oh...
Miré la carta dirigida a mi nombre y me percaté de que esta venía de Inglaterra. "¿Arthur?" pensé en aquel instante que vi que provenía de Inglaterra. Abrí la carta y solo me encontré un billete de avión hacia el aeropuerto de Glasgow en Inglaterra. "¿Aeropuerto de Glasgow?" murmuré para mis adentros
- ¿Que pasa Taiwán?- me preguntó sense acercándose a mi
- ¿Dónde se encuentra el aeropuerto de Glasgow?- le pregunté
Él solo sonrió y dijo:
- Lo sabrás cuándo vayas aru.
- ¡¡¿¿Eh??!! ¡Eso es cruel!- le dije hinchando mis mejillas
Sense no me dijo nada después de eso, solo se limitó a sonreír. Estaba un tanto enfadada por lo que me había dicho sense pero lo deje pasar. El billete era para dentro de una semana, así que por ello decidí pasar esa semana en casa de China. Como antiguamente vivía con él tengo bastante ropa mia en su casa. Pasar una semana donde antiguamente vivía me trae muchos recuerdos, algunos de ellos un poco amargos. Sense siempre guarda las habitaciones de Corea, Honk Kong, a veces la de Japón y la mia para ocasiones como esta. Mi habitación seguía igual desde que estuve en la casa de China, aunque olía un poco a viejo. Realmente me alegraba aunque sea un poco volver al lugar donde he pasado la gran mayoría de mi vida. Y eso que mi vida es larga. Durante mi estancia en casa de China visité Peín para recordar las calles, aunque, sinceramente, Pekín había cambiado mucho. La gran mayoría del tiempo la pasé con China, me reía y le contaba cosas sobre mis tierras y mas, mientras él me explicaba cosas interesante que le habían ocurrido. Fue una semana bastante entretenida.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Una vez había llegado al aeropuerto de Pekín, dejé las maletas y me dirigí hacia el avión donde me correspondía volver a Taipei, y de allí salir hacia el aeropuerto de Glasgow. Me despedí de China con una par de besos en las mejillas, aunque luego le pegué un colleja y revolví su pelo. Él se enfadó un poco, pero luego sonrió satisfecho.
- Te has hecho mayor aru...- murmuró sense para sus adentros
Me percaté que decía algo y le dije gritando:
- ¿Pasa algo?
- ¡No es nada aru!- me contestó gritando y negando con la cabeza
Me extrañé un poco, pero no le di importancia, así que decidí sonreír e ir hacia la puerta la cual conducía al avión hacia Taipei, y de allí irme al Reino Unido.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Aeropuerto de Glasgow, Reino Unido. Ya había llegado a mi destino. Una vez había salido del avión, del cual llevaba unas cuantas horas dentro, fui caminado poco a poco para ir a recoger mi maleta. Una vez había recogido mi maleta me encontré con una mujer y me preguntó:
- Perdone, no será usted Taiwan, ¿no?
- Si.- le contesté asintiendo- Y usted, ¿quién es?
- Bueno, me han enviado para que la recogiera.- me dijo la mujer
- ¿A mi? ¿Quién se lo ha dicho?
- Bueno, no le puedo decir quien es pero aun así le conoce señorita Taiwan.
- Oh... Ya veo.- la dije sonriendole, aunque en realidad forzaba la sonrisa ya que estaba un poco molesta
- Perdone por no presentarme, soy Sasha.- me dijo ella amablemente y esbozando una bella sonrisa
Ella era una mujer que aparentaba 25 años. Iba bastante arreglada, llevaba un poco de maquillaje encima y una ropa un tanto elegante. Su pelo era pelirrojo tirando a anaranjado, sus ojos eran marrones y sus cejas... Sus cejas eran como las de Arhtur, enormemente gruesas. Se podría decir que a la gente inglesa se le puede diferenciar por sus cejas.
- Encantada de conocerte Sasha.- le dije mientras hacia una pequeña reverencia
- El placer es todo mio señorita Taiwan.
Estuvimos un rato hablando, y luego fuimos hacia la salida del aeropuerto de Glasglow y de allí cogimos un coche. Metí las maletas en el maletero y nos metimos en el coche dirección a algún lado. Ella me contó cosas interesantes sobre Inlgaterra. Tambien me contó que cuando fue a la capital estuvo un rato con Arthur, y al invitarle a una copa... Todo se descontroló. La entendí claramente porque yo lo vi con mis propios ojos cuando fuimos todos a aquella reunión... Me llevé realmente un mal recuerdo. Un muy mal recuerdo.
- Señorita Taiwan, antes de llevarle a su destino tengo que llevarle a la embajada de su país en Edimburgo. Hay algunos asuntos que tiene que hablar con el señor Inglaterra.- me dijo Sasha amablemente
- Oh... Ya veo.- dije estirandome levemente
Así que la embajada de mi país aquí en Inglaterra... Si mal no recuerdo mal solo hay dos embajadas de mi país en Inlgaterra: en Londres y en Edimburgo. Solo he ido a la embajada de Londres por lo que me hace mas ilusión ir a esta embajada. Hablé un rato con Sasha e intenté sonsacarle de donde me encontraba pero ella solo me dijo "Lo siento señorita Taiwan, pero me han dicho que no puedo decírselo". La verdad es que eso me sorprendió bastante. Después de aquella pregunta ya no volví ha hablar con Sasha, es mas, estuvimos las dos calladas todo el rato. Al cabo de alrededor de una hora llegamos a Endimburgo pero no a nuestro destino. Entramos en la ciudad con el coche y, entre calles y calles, llegamos a la embajada. Bajamos las dos del coche algo incomodas por todo aquel largo silencio. La verdad es que por alguna razón el ambiente de aquella sola calle me recordaba varias cosas: bosques, alturas y magia por muy extraño que parezca. Aunque en Londres pasó mas o menos lo mismo, esta vez notaba como una magia mas poderosa que la de Londres. No se. Es una sensación extraña para poderla explicar. Pues bien, Sasha y yo entramos en la embajada y nos dirigimos directamente a una de las salas. Al llegar y abrir la puerta me encontré con Arthur, osea Inglaterra. La sala es la típica salita de reuniones de Inglaterra: la mesa de madera, las paredes color caoba, unos muebles muy ornamentos pareciendo casi lujosos, algún que otro cuadro y una ventana un poco grande a un lado de la sala donde se veía el exterior. Se me hacía algo extraño todo eso, algo así como una corazonada pero pasé un poco un de eso. Entré en la sala dando una pequeña reverencia, entonces Arthur se acercó a mi y me dijo caballerosamente:
- Muy buenas señorita Taiwan. Sientese, debe estar muy cansada despues de su largo viaje.- y con un movimiento me indicó una de las sillas
- Muchas gracias Art...- en ese mismo instante Arthur me tapó la boca evitando que acabara de decir su nombre
- Señorita Taiwan, es mejor que por ahora no me llame por mi nombre de humano.- susurró Arthur y posteriormente quitó su mano de mi boca
- Oh... Esta bien...- dije asintiendo con la cabeza y sentadome en una de las sillas
Me sorprendí bastante. No pensé que me dijera eso. Luego de que Sasha nos abadonara en aquella sala, Arthur se sentó y suspiró. Parecía que él tambien estaba cansado.
- Bueno Taiwan, me gustaría hablarte sobre una reforma que hemos pensado en el parlamento para los estudiantes que quieren ir a estudiar en tu casa.- dijo con toda tranquilidad Arthur mientras se ponía serio y cogía unos papeles
- ¡A-Ah! Esta bien.- dije aun algo sorprendida y preparandome para escuchar y hablar con Arthur
Estuvimos un buen rato hablando sobre esta reforma y discutiéndola un poco. Era un tema bastante complicado pero entre lo que sabia, los que había escuchado de mi superiores y lo que había aprendido en casa de China podía manejar bastante bien todo aquello. Una vez acabamos de hablar de todo aquello me llevé las manos a la cabeza cansada. Estar mas de 10 horas en un avión y luego hacer esta reunión me había dejado exhausta. Miré a Inglaterra y me fijé en que llevaba traje. Se aflojó la corbata y suspiró como la ultima vez.
- Inglaterra pareces estar cansado. ¿Te pasa algo?- dije mientras apoyaba mi cabeza en mis manos como una niña pequeña
- Bueno... Estoy cansado. Ayer no dormí bien y hoy, tampoco. Y a parte de estar bastante ocupado estos días, aquí me odian.- me contestó Arthur llevándose una mano a la frente majaseandosela al final
- ¿Odiar? Pero si eres...
- Sí, ya lo se Taiwan. Pero piensa que estamos en Endimburgo, capital de Escocia.- dijo aún masajeandose la frente
- ¿Capital de Escocia?- dije extrañada y levantando mi cabeza levemente de mis manos
- Sí.- Arthur se puso correctamente en la silla, apoyó sus brazos en la mesa, cruzó los dedos de sus manos y se llevó las manos a su boca.- Taiwan, ¿sabes para que has venido realmente aquí?
- Pues...- dudaba de todo aquello. Temblaba levemente. Pero al final miré firmemente al inglés.- No.
- Ya veo...- susurró Arthur bajando su mirada
- Inglaterra, dígame para que he venido aquí por favor.
Tras aquella petición Arthur se levantó de la silla y se acercó a la ventana que había en la sala. Miró un rato por la ventana y luego se dirigió a mi con estas palabras:
- Mi hermano quiere verte.
- ¿Tu hermano?- dije algo extrañada, pero al pensar un poco en ello me levanté de una salto de la silla sorprendida- ¡¿Scott?!
- Así es.
- Pero... ¿Por qué me quiere ver ese sinvergüenza?
- Y yo que se... No entiendo su mente, además... Me odia.- dijo poniendo una cara de decepción tras aquellas ultimas palabras
- B-Bueno, no te deprimas Inglaterra. Pero... ¿Para que me querrá ver?
- Por ahora solo limítate a alojarte y a descansar, que tu viaje ha sido muy largo.
- Sí... Tienes razón. Muchísimas gracias Inglaterra.
Me levanté de la silla mientras que Arthur se acercó a mi. Hablamos un poco de todo y salimos de aquella sala color caoba y nos dirigmos a la salida de la embajada. Un poco antes de la salida de la embajada nos estaba esperando Sasha. Al parecer habia estado dando algunas vueltas por la calle y hace poco habia llegado a la embajada. En todo caso, Sasha se acercó a Arthur y a mi y nos dijo:
- ¿Ya han acabado?
- Así es.- dijó Arthur asintiendo con la cabeza
- Entiendo.- dijo Sasha. Vio a Arthur y suspiró- Señor Inglaterra, vistese bien por favor.- se acercó a él y le colocó bien la corbata
- Ah... Thanks you Sasha.- contestó Arthur
- Bien. - dijo Sasha apartandose de Arthur una vez habia acabado- Señor Inglaterra, un coche le esta esperando fuera para llevarlo a su hotel.- luego dirigió su miranda hacia mi- Y señorita Taiwan, hay otro coche para usted. Le llevará al lugar donde se alojará.
- Ah... Xie xie.- dije algo sonriente
- ¿Xie xie?- dijo Sasha extrañada
- Significa gracias en chino.- añadió Arthur antes de salir
- Ya veo... ¡Wait!- dijo Sasha corriendo detras de Arthur- Sr. England, can you wait for me?
Vi como Arthur y Sasha se alejaban de mi poco a poco. Yo, mientras, seguia parada en el mismo lugar. No sabia que hacer. A parte de estar en otro pais estaba en casa de Scott. Seguro que China-sense lo tenia todo planeado... Estupido viejo... Al cabo de un rato salí de la embajada y me di cuenta de que Sasha y Arthur ya se habian ido, por lo que suponía que aquel coche que quedaba era el que me llevaria a mi alojamiento. Fui hace el coche y al parecer un hombre salio de él. Era bastante alto, tenia el pelo negro y recogido hacia atras, con un traje y unas gafas negras como si fuera un espia o algo por el estilo y tambien tenia las cejas enormente gruesas como la Sasha. En serio, ¿por qué todos los ingleses tienen las cejas tan grandes? Misterios de la vida. Aquel hombre me explicó que mis maletas ya estaban en el coche por lo que no tenia que preocuparme. Tambien me dijo que entrara en el coche, por lo que no dude y entre dentro. No sabia donde me alojaba, tampoco sabia donde me llevaria aquel coche pero lo que queria saber y averiguar era por qué Scott me queria ver.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Llegé a una casa de campo algo lejos de Edimburgo. La casa estaba rodeada de campo al parecer. Salí del coche, cogí las maletas del maletero y me paré en frente de la casa  notando un ambiente de tranquilidad enorme. Quien lo iba a pensar. Aquella casa tenia dos pisos: la planta baja y la primera planta. Aunque... A lo mejor tendria un atico escondido. La casa tenia un color blanco pastel por el desgaste de los años. Realmente un bello color para una casita de este estilo. Tambien tenia un toque de casa de montaña, a lo mejor era porque como en el Reino Unido llueve tanto la casita era de ese estilo para que no se acumule el agua en el techo. Habian algunas plantas que trepaban un poco por un lado de la pared delantera, y mi curiosidad hizo que siguiera esas plantas llegando al lado trasero de la casa. A diferncia de la entrada que no tenia casi nada, el patio trasero era enorme. Tenia unos bancos y unas mesas para poder pasar el día entero sentado ahí. Tambien habia plantas, que era lo que mas abundaba. Los arboles eran enormes, se notaban que llevaban años ahí ya que eran bastante altos y sus troncos eran bastante gruesos, eso si, parecia que no los habian cuidado en años. En cambio, había muchas flores de distintos colores, especies y tamaños: rosas, lirios, margaritas, tulipanes, claveles, orquídeas y muchas mas. Aunque me fije ciertamente en una. Era de un color rosa parecido a la flor de mi pelo. Aunque su toque rosa especial que tenia gracias a los pétalos hacían que aquella flor fuera mas bonita. Me incliné un poco para ver mejor aquella flor. Varios mechones de pelo caian delante mio, y los que me molestaban los enviaba detrás de mi oreja. Contemplaba con una sonrisa y un brillo en los ojos a aquella bella flor sin notar que alguien se acercaba poco a poco hacia mí.
- Que bonita...- decía contemplando la flor rosada
- Esa flor...
Una voz misteriosa empezó a hablar y, al escuchar aquellas palabras, mi mirada se dirigió hacia atrás sin ponerme recta. Y adivinidad quien estaba ahí. Un escocés de pelo rojo, con grades cejas, ojos verdes y con un cigarrillo en la boca. Sí. Os habló de Scott, más conocido como Escocia.
- Es una camelia.- acabó de decir Scott la frase que empezó.
La verdad me sorprendí bastante al ver a Scott ahí. Al verle mis ojos se abrieron como platos. Estaba atónita. No sabía que hacer. Mientras tanto él miró al principio la camelia y luego dirigió la mirada hacia mí. Estuvimos un rato viéndonos mutuamente. No sabía que hacer en aquella situación. Al darme cuenta de ello dirigí mi mirada a la camelia nuevamente.
- A-Ah... Ya veo... Es muy bonita.- dije intentando romper el hielo que había entre nosotros dos
Yo la verdad no me percaté hasta más tarde pero Scott me miraba con algo de culpabilidad, aunque también podía ser imanación mía ya que en lo profundo de mi ser estaría pensado que él se sentiría culpable de todo lo que hizo.
- Oye,- dijo Scott con un tono un tanto monótono. Yo giré mi cabeza para verle y luego prosiguió- ¿te vas a quedar todo el día aquí o vas a entrar dentro?
Me molesté bastante por aquello. Inflé mis mejillas mientras fruncía el ceño a la vez y me reincorporé.
- Pues claro que no.- dije molesta
- Oh... Entonces te quedarás aquí todo el día.- dijo Scott mientras empezó a caminar hacia la casa
- ¡¿Eh?! No es eso Scott...- dije alterada
Seguí al escocés para no tener que quedarme ahí sola. Creo que tal vez aquello lo dijo como broma, pero quien sabe. Entonces él me miró de reojo, sonrió y volvió a mirar dirección a la casa mientras decía:
- Bienvenida a Escocia, señorita Tai-wan
Al escuchar que se refería a mi de aquella manera me volvió a molestar.
- Callate- le dije con las mejillas un poco infladas
Antes de entrar había unas escaleras y un rellano con una mesa y unas sillas. El suelo era de madera antigua, como una vieja casa. Subí como pude las maletas al rellano para meterlas posteriormente a la casa. Pero claro, Scott no me ayudó a subir las maletas. No es para nada un caballero. Entramos a la casa y quien lo iba a decir, la casa era muy reconfortante. Parecía una de esas casitas de madera típicas de las películas. También era bastante espaciosa. Al entrar vi al fondo una puerta, tal vez era la de entrada. Mas de la mitad de la planta baja era el salón que tenia una chimenea, una televisión bastante grande, un sofá, dos sillones, una mesa bastante grande que parecía para reuniones familiares, varias sillas y un montón de adornos. Era impresionante. También había una vitrina con la que parecía contener botellas de alcohol. No era nada raro si Scott era un bebedor como Inlgaterra. La otra parte de la planta baja era la cocina, bastante grande para ser sincera. Tenia de todo: una nevera, un congelador, un horno, un montón de armarios, una fregadora, lavavajillas, una mesa para preparar la comida y mas de entre otras cosas. No había ninguna pared entre la cocina y el salón por lo que se hacia fácil para entrar y salir.Justo al lado de la cocina había unas escaleras que daban paso al piso de arriba y al dirigir mi mirada a las escaleras Scott empezó a ir hacia a ellas. Yo le seguí esperando que me mostrara mi habitación y a la vez, la casa. Scott, al ver que subía las maletas por las escaleras, se giró hacia mí y me preguntó:
- ¿Que estas haciendo?
- ¿Eh?- me extrañe y miré al escocés- Pues subir las maletas a mi cuarto, ¿no?
- ¿Quien a dicho que hagas eso?- me dijo Scott con los ojos entreabiertos como si me clavara algo con la mirada y con un toque de enfado.- Estas en mi casa, así que no hagas algo que yo no he dicho.
Al escuchar eso y al ver al escocés me asusté bastante. Bajé la mirada y bajé las escaleras con cuidado ya que tenia las maletas. Mientras tanto el escocés acabó de subir las escaleras y a partir de allí le perdí de vista. Miré un rato la parte de arriba de las escaleras y luego miré al suelo. ¿Como era posible que fuera tan frió conmigo?¿Que le había hecho yo? No entendía nada. Me dirigí a uno de los dos sillones, dejé las maletas al lado y miré la hora. Eran las 9:51 de la noche. Estaba bastante cansada después de todo lo que había pasado aquel día. Me senté en el sillón y di un largo suspiro. Yo que había venido con la intención de arreglar las cosas con Scott y me trata así. No sé como sentir eso al respecto. Miré a la chimenea que estaba encendida. Y al cuarto de hora me dormí en el sillón ya que no aguantaba el cansancio.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

El escocés bajó las escaleras para apagar el fuego, y al verme a mí suspiró.
- Idiota...- dijo entre dientes
Entonces apagó el fuego.



~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

¡¡FELIZ AÑO NUEVO!! Sí. No estoy muerta es solo que el tiempo y mi imaginación no me llegan. El caso, para empezar bien el año os traigo este capitulo del fic de Taiwan y Scott, y lo mejor es que este no será el ultimo capitulo!! Es que si seguia alargando este capitulo se haria muuuuy largo por lo que he decidido dejarlo aquí. Y bueno, disfrutad de este capitulo que el 5º ya va en camino. Haruna, la escritora a tiempo parcial de este blog se despide =3=

viernes, 9 de mayo de 2014

Historieta de mochis (Taiwan x Scotland)

Nyahoo~ Soy la escritora a tiempo parcial de este blog, Haruna (^ω^)/ Bien, esta vez os traigo otro tipo de fanfic. Una historieta. Sí, dibujada. Y sí, por mi(si ves la historieta en otro blog, ¡avisad!). Bueno, a lo que iba. La historieta esta basada en una parejita de un rol de twitter de Hetalia, Taiwan y Escocia. Es que, Taiwan es una ricura y Escocia es sexy! *^* En serio, que es lo que me pasa... Volviendo al tema, los dibujos los he hecho a mano(al final podéis ver donde lo he hecho y algún que otro dibujo). Estos dibujos los he hecho en clase y en el patio e.e Y lo ultimo que me queda decir es que ya voy a empezar el capitulo de "Destino: Europa" dentro de poco. El problema es que no se como acabarlo... ¿O tal vez si? e.e Pues bien, sin mas dilación... ¡Que disfrutéis de esta pequeña historieta!














jueves, 1 de mayo de 2014

Y de repente, sin darme cuenta, me enamoré

Soy la típica chica de clase a la que le hacen bulling por llevar gafas, no tener amigos y ser una empollona. Pero a diferencia de todas las empollonas yo soy buena en los deportes. Aunque a nadie le importa. Siempre que hago algo mal, la gente se ríe de mi. He recibido tantos insultos, risas, burlas, motes... Que ya todo eso, para mí, ya no tiene sentido. Pero todo cambió un día. Practicando educación física vi cómo un chico que jugaba al fútbol sonreía felizmente. Esa sonrisa iluminó mi corazón. Y de repente, sin darme cuenta, me enamoré. Él era una chico de pelo marrón oscuro y ojos verdes. Era de los más altos de la clase, y no era muy bueno en ciencias sociales. Pero él, podía sacar una sonrisa a todos, incluso a mi, una persona fría y sumisa en la oscuridad. Él era un pequeño brote de luz en mi oscuridad. Me hacía feliz. Durante todo el curso le miraba siempre que podía sin que nadie se diera cuenta, imaginaba que pasaría si hablara con él, me preguntaba si tenía novia y si yo le gustaría... Tantos bellos recuerdos llenan mi corazón de alegría y melancolía. Entonces, un día, en una excursión, ocurrió un accidente: un coche me atropelló. Estuve gravemente herida, pero me recuperé. Aunque, mi corazón estaba débil y ya no se podría recuperar. Yo le salvé de su muerte, a él, la persona que amo. Aunque supongo que esto no lo podrá leer. Mi vida está acabando. Solo quería enamorarme y poder llevar una vida normal. Pero ahora estoy en este hospital con un montón de máquinas. Ah... Todo se está empezando a nublar... Que molesto. Pero, si tan sólo pudiera verle otra vez... Si tan sólo pudiera verle sonreír de nuevo... Sería la persona más feliz del mundo. Quiero que sepas que siempre te amé. Aunque ya no esté aquí, estaré a tu lado protegiéndote, como lo hice aquella vez. Quiero que sepas, que pase lo que pase, te enamores de una buena chica, una que sea bella por dentro, tal y como lo soy yo. A  veces me pregunto que pasaría si no te hubiera salvado del accidente. Supongo que estaría llorando como una magdalena. Vaya... Parece que ya no puedo ver casi nada... Quiero que guardes esta carta como un gran tesoro. Quiero que sigas sonriendo como lo hacías siempre. Quiero que sigas siendo tan divertido como siempre. Que exigente soy, ¿no? Perdón por no habértelo dicho antes... Pero es que tenía miedo... Miedo al rechazo, miedo a las risas, a las burlas... Miedo a no poderme enamorar... Miedo a no poder verte... Pero que más da eso ahora... Quiero que sepas, que desde el fondo de mi corazón te he amado. Parece ser que ya no tengo mas fuerzas... Perdón, y gracias...
Siempre...
Te he amado...
Siempre...
Te amaré...
Te...
Amo...
...
..
.

La guerra de los estudiantes

¡Hola querido lector! Te estarás preguntando "¿Qué pasa aquí?¿Quién eres?" Pues bien, yo soy solo un observador, pero muchos dicen que soy un brujo, una sirena maldita, un mago oscuro... Dicen que poseo los cuerpos de la gente, a los perros, a las ratas, a los pájaros... Aunque todo eso es mentira. Recordad que solo soy un observador. Aunque este no es el punto. Yo solo me limitaré a contaros una historia, la historia de la ciudad donde vivo, la historia de la guerra de los estudiantes. Y ahora os preguntaréis "¿Qué es la guerra de los estudiantes?". Pues bien, en este mundo la magia existe, no es un mero producto de fantasía o de simples trucos. Aunque hay gente que en sus libros explica un mundo sin magia. Interesante, ¿no? Pues bien, hace varios años atrás, escuelas, con algún que otro origen oscuro, se afiliaron para poder controlar a todas las escuelas, institutos y universidades del mundo. Esas escuelas derrotaron a la gran mayoría de escuelas, que se puede decir que eran blancas, que no estaban bajo el dominio de las de origen oscuro. Actualmente las escuelas que están luchando para que no las dominen, liberar a las dominadas y acabar con las de origen oscuro, son llamadas "La resistencia del mundo". La escuela líder de la "resistencia" están a un paso de poder derrotar a la escuela líder de las de origen oscuro. No tiene sentido que os cuente la historia de esta manera, se haría muy pesado. Lo que haré será lo siguiente: os contaré la historia de cada una de las escuelas, la escuela líder de la "resistencia", la Escuela Luminus y el grupo líder que derrotaran a las escuelas de origen oscuro; y la escuela líder de origen oscuro, la Escuela Surligth y el líder de la Escuela Surligth. Por cierto, tened presente que yo lo sé todo.
》Decidí subir a un árbol de la Escuela Luminus y colarme en la escuela. Fui poco a poco a la clase donde se encontraba el grupo que derrotaría a la escuela Surligth. Una vez había llegado a la clase entré sin que se dieran cuenta alguna, ya que la puerta estaba abierta. Una chica de pelo marrón chocolate dijo:
- No se me ocurre nada... Ya sabéis que la Escuela Surligth son muy astutos.
Esa chica era Clara, integrante del grupo y la mas rápida en movimientos de defensa y ataques ofensivos. El chico que se apoyaba en una mesa al lado de Clara era Fakir, líder del grupo y el mas fuerte en ataques.
- Tampoco nos tenemos que olvidar de Jack.- dijo Fakir- Ese tío es el mas escurridizo de todo Surligth.
- Piensa que él es líder, Fakir.
La que acababa de hablar era Shinobu, otra integrante y la cabecilla de todas las operaciones, digamos la mas inteligente. Estaba apoyada en las ventanas de la clase. Y cerca de ella, en diferentes mesas, habían dos gemelos, David e Iván.
- Pero todo líder tiene sus debilidades.- dijo Iván
- Oye Iván, no saques el tema ahora.- dijo Fakir frunciendo el ceño
- Oh~ ¿El líder se enfadó?- dijo David
- Ya basta con la broma chicos, este es un momento muy serio.- dijo una chica seria y apoyándose en una pared
La última chica que acababa de hablar era Misae. Normalmente es divertida y extravagante, pero por aquella situación estaba totalmente seria. Era una escena muy tensa en aquel salón de clases dónde me encontraba yo. La raza humana de alguna manera siempre a sido muy estúpida: creyendo en dioses, creyendo en la esperanza y en la desesperanza, el bien y el mal... A diferencia de otras razas, los humanos siempre fueron demasiado hipócritas. Pero que se le va hacer... Mejor sigo con la historia. De repente Misae salta y dice:
- ¡Ya lo tengo!
- ¿El que?- preguntaron los gemelos a la vez
- El plan para acaba con la Escuela Surligth.- contestó Misae
- ¿De verdad?- dijo Shinobu sorprendida
- Así es.- dijo Misae acercándose a Clara- El plan consistiría en esto...
Misae empezó a explicar su plan, y entre todos lo fueron preparando el plan.
¿Pensabais que os iba a explicar su plan? Sería demasiado complicado para vosotros, mis queridos lectores, es mejor que no sepáis ningún plan de guerra. Estuve escuchado su plan, y cuando finalizaron, salí de allí sin hacer ruido. Salí de la Escuela Luminus por dónde había entrado y me fui a visitar la Escuela Surligth.
》La Escuela Surligth era una de las escuelas más oscuras que he visto en mi vida. Decidí entrar a aquella escuela a escondidas y discretamente, cosa que fue todo un éxito. Una vez que ya había entrado en aquel sitio tan oscuro me dirigí hacia el salón dónde se encontraba Jack, el líder de la Escuela Surligth. El sitio dónde estaba él era simplemente escalofriante, aunque creo que solo era por el frió que hacía dentro. De repente, Jack empezó a decir:
- Da igual lo que haga mi hermano Fakir,  simplemente lo aplastaré. Y para que sienta más dolor mataré a sus camaradas. ¿Me pregunto que cara pondrá Fakir?
Por cierto, se me olvidó mencionar que Jack es el hermano mellizo de Fakir, solo que Fakir lo quería mantener en secreto, pero que más da ahora, ya lo sabéis. Es cierto que Jack quería acabar con su hermano, él había caído en la desesperación varias veces. Fakir y Jack eran prisioneros de la esclavitud, y un buen día tuvieron la oportunidad de salir de ella. Fakir y Jack corrieron, aunque a Jack lo atraparon, pero su hermano lo dejo atrás y nunca volvió para salvarlo. Jack fue severamente castigado y esclavizado, pero un día Jack activo su magia y mató sin querer a todos los que le hacían daño en aquella prisión. Al salir, fue a la Escuela Surligth, dónde lo menospreciaban, hasta que ya no pudo mas y, utilizando un poco de magia, dejo inconscientes a mas de la mitad de la escuela. Gracias a él la Escuela Surligth se convirtió en la escuela líder de todas las escuelas de origen oscuro. Una vida un  tanto trágica, ¿no? Realmente la raza humana es interesante, los cambios de estado que se produce en el cuerpo de un humano puede contener una gran energía para crear o destruir un universo entero. Para otras razas, los humanos son muy interesantes. Jack, había experimentado muchas emociones, tantas que casi podía destruir el universo.
Creo que es mejor que salté un poco en el tiempo y que os explique lo que pasó con el grupo de Fakir una vez habían llegado dónde estaba Jack. No es bueno a veces enrollarse. Recordad que solo soy un observador, aunque a veces muevo algún que otro hilo.
》Fakir y Jack estaban cara a cara. Fakir estaba a un paso de poder derrotar a su hermano, pero Jack tenia como rehén a Clara. Misae y uno de los gemelos, David, habían muerto en un combate antes de llegar dónde estaban todos los demás. Shinobu estaba en el suelo indefensa y si  fuerzas para moverse, e Iván estaba en el suelo herido y sin poderse moverse. Yo estaba en el techo, en una pequeña plataforma que había arriba. Contemplaba maravillada aquella hermosa escena de nervios y supongo que desesperación para los humanos.
- Jack, deja ya toda esta estupidez...- dijo Fakir- ¡Tu maldito sueño está haciendo que el mundo se rompa en pedazos!
- Así que mi estúpido sueño...- dijo Jack y miró a su hermano con indiferencia- Pero al fin y al cabo ahora ya estás acabado hermano. Todo en lo que habías creído hasta ahora está muerto, no hay esperanzas, incluso tu has perdido la esperanza.
Es cierto que Fakir había perdido todas las esperanzas, Jack había dado en el clavo. Dos de sus compañeros estaban muertos, uno estaba herido, otra estaba sin fuerzas, una compañera era un rehén y lo peor es que nadie los iba a ayudar en aquel momento. Solo un milagro los podía salvar. Aunque para este mundo, es solo algo imposible. Jack, se sentó y se acurrucó en una silla y dijo:
- Ya me cansaste Fakir... Es hora de acabar con esto.
- Así es.- dijo Fakir
Fakir se puso en acción rápidamente y se abalanzó sobre Jack, pero de repente Fakir se quedó paralizado. "¿Que ha pasado?¿Que ha hecho Jack?" se pregunta Fakir y a lo mejor vosotros, queridos lectores. No fue Jack quien hizo eso, fui yo. Sólo moví unos hilos para ver cómo acabaría todo. Lo bueno es que nadie notó mi presencia, hasta Jack se sorprendió al ver que Fakir se quedaba quieto. Jack aprovecho la ocasión, y con un chasquido de sus dedos, hizo que Clara muriera con una apuñalada de un veneno mortal. Fakir empezó a llorar y dijo:
- ¡¿Que haces hijo de p**a?!
- Ya todo se acabó Fakir... Ahora, ya no puedes hacer nada contra mi.- contestó Jack
Y con un golpe hirió a Fakir y lo dejó inconsciente.
Creó que ya sabéis cómo ha acabado todo. Al derrotar al grupo mas fuerte de "La resistencia del mundo", Jack y las escuelas de origen oscuro dominaron todas las escuelas del mundo. El grupo de Fakir fue severamente torturado, la misma tortura que sufrió Jack. Y bien, todo el mundo se regía por las normas que ponía Jack. Él lo decidía todo. Bueno, tal vez todo no. Yo solo movía algún que otro hilo por si acaso. Jack era una marioneta para mi. Pero yo...
Yo sólo soy un gato negro.
Sólo soy un demonio.

martes, 15 de abril de 2014

Destino: Europa - Parte 3

Llegamos Scott y yo al centro de la ciudad. Miré un poco los alrededores hasta que le pregunté a Scott:
- Oye, ¿dónde está el centro comercial mas cercano?
Él sonrió y me dijo:
- Por aquí.
Cogió mi mano y me arrastró poco a poco hacia un centro comercial que había cercano al centro. Iba por la calle algo sonroja. Me notaba rara. Era la primera vez que notaba algo así en mi interior, incluso mi corazón iba rápido. Tal vez, ¿era amor? ¡Imposible! Era imposible que eso fuera amor. Con mi mano libre toqué el hombro del escocés. Él se giró para verme y le dije:
- Emmm... ¿Podrías soltar mi mano por favor?
Asintiendo, el escocés soltó mi mano dejándola libre. Suspiré un tanto aliviada, ya que mi corazón aún iba un poco rápido.
Seguí durante un buen rato a Scott hasta que llegamos al centro comercial. Miré el centro comercial brillante. Estaba muy entusiasmada. Volteé mi mirada hacia el escocés y le dije:
- Prepárate porque vas a tener que llevar muchas bolsas.
Él trago un poco de saliva y asintió. Ambos entramos allí, y fui mirando tiendas hasta que decidí entrar en una. La tienda en la cual entré, estaba llena de todo tipo de ropa: tipo rock, tipo pop, tipo loli... Eso para mi era el paraíso en aquel momento. Scott entró en la tienda en plan "¿Que mundo es este?" Yo no hice mucho caso de la reacción del escocés, solo me limité en ver ropa y de coger bastante. Cuando ya tenía unas 10 piezas de ropa, decidí entrar al probador. Claramente avisé a Scott de que iba dentro. Entré y dejé la ropa a un lado. Poco a poco me fui desvistiendo, me quité primeramente mi flor y luego mi camiseta que llevaba hoy puesta. De repente alguien abre un poco la cortina del probador y dice:
- Oye Mei, se te a caído es...to...
Era Scott. Mi cara se puso un poco roja y me agache tapándome los pechos y el sujetador. Scott se apoyó en el borde del probador con una sonrisa picara y me dijo:
- ¿Por que te escondes? Estas muy sexy.
Después de escuchar eso, mi cara se puso totalmente roja.
- ¡¿Q-Que haces aquí?! ¡Estoy cambiándome!- le dije roja- ¡Fuera de aquí!
- Solo venía a traerte esto.- dijo suspirando y dejando de lado una camiseta que se me había caído a lo largo de mi trayectoria hacia el probador
Una vez que el escocés dejó la camiseta, salió y cerró bien la cortina. Yo le miraba de reojo por el espejo. Vaya mal momento que había pasado... Era imposible que sintiera amor hacia ese pervertido. ¡Ni siquiera me pidió permiso de si podía entrar o no! Ese tipo era realmente desagradable... Cuándo acabé de probarme toda la ropa, salí y fui a la caja a pagar. La dependienta me atendió amablemente y puso la ropa que había elegido, en una bolsa.
- Oye Scott,- le dije mientras extendía mi mano con la bolsa- toma.
Él suspiró, cogió la bolsa y, juntos, salimos de la tienda. Caminábamos por el centro comercial y, cada tienda que me llamaba la atención, entraba en ella sin pensarlo dos veces. Al final de entrar en... No se... Creo que el 70% de todas las tiendas de ropa que había, decidimos salir de allí a comer algo, ya que era la 1:30 del mediodía. Solo que Scott estaba un tanto irritado, ya que iba lleno de bolsas. Bueno, tal vez era mi escarmiento por hacer daño a Arthur, montar aquel numerito con Antonio y por asustarme.
Nos alejamos un poco del centro y encontramos un restaurante italiano con una terraza muy mona. Decidimos comer allí, así que tomamos asiento en la terraza, ya que no había muchas personas por aquella zona. Al poco rato después de tomar asiento nos tomaron nota.
- Ve~ ¿Que quieren tomar?- nos dijo el camarero
Yo miré al camarero con mucha intriga, ya que se parecía a Italia Veneciano.
- Yo tomaré una lasaña.- dijo Scott- ¿Que quieres tu Mei?
- ¡Ah! Me gustaría unos espaguetis por favor.- le dije al camarero
El camarero asintió amablemente. También pedimos algo de beber, claro. Yo pedí agua, mientras que Scott pidió vino.
- Perdone,- le dije al camarero- no será usted Italia Veneciano, ¿verdad?
- Pero que dices ahora Mei...- dijo Scott
- ¡V-Ve!- dijo asustado el camarero- S-Si, ¡por favor no me haga nada!
Al parecer sense me lo había descrito perfectamente: torpe y miedoso, con un rulo en su cabeza. A partir de ahí lo traté amablemente.
- Encantada de conocerte Italia. Soy la hermana pequeña de China, Taiwan.- le dije sonriendole
- ¿China? Ve~ Ya me acuerdo~ No pensé que la hermana pequeña de China fuera tan hermosa~- dijo Italia sonriendo
- Oh... No digas eso~- le dije sonrojandome levemente
- Tsk... ¿Nos vas a traer la comida o qué?- dijo Scott molesto
Italia se asustó y rápidamente se fue hacia dentro de la cocina a decirle al cocinero sobre nuestra comida.
- No seas así con él Scott.- le dije al escocés inflando una mejilla
- Cállate.- me contestó desviando su mirada a fuera del restaurante
Yo me asusté y dije para mis adentros "Antipático". No hacia falta que se comportará así. Durante el largo tiempo que había hasta que no nos trajeron la comida se hizo un silencio muy incómodo. Cuando menos nos lo esperábamos Italia apreció con nuestra comida y bebida. La sirvió amablemente y se fue como un bien camarero. Me gustó mucho ese servicio. Una vez servida la comida decidí empezar a comer, que al poco rato de empezar a comer, Scott empezaba. No dijimos nada en el rato que comíamos. Pero de vez en cuando le miraba por si iba a decir algo, para iniciar conversación. Pero nada. Ni una sola palabra. Acabamos de comer, pedimos el postre y, una vez finalizado el postre, nos dice Italia:
- ¿Queréis café? Ve~
- A mi me gustaría un té por favor.- le dije- ¿Tenéis tazas japonesas?
- No tenemos.- me dijo Italia algo decepcionado- ¿Que quiere usted?
- Ponme también té.- dijo Scott suspirando
- Ve~ Entendido.- respondió Italia
El italiano se fue a preparar el té, mientras, yo aproveché para iniciar conversación.
- Oye, ¿por qué has pedido té?- le pregunté
- Ahora mismo me sentaría mal el alcohol.- dijo suspirando nuevamente- Por eso mismo.
- Ya veo... Sabes, yo he pedido té porque es muy saludable. En la época que estuve con Japón bebía bastante té, ¿sabes?- le dije
- Ya veo. Que interesante.- dijo desviando su mirada a fuera del restaurante
Infle mis mejillas en función de "Eres un antipático". Él no me hizo nada de caso.
El italiano volvió con las tazas de té y la tetera en su bandeja, dejo todo en la mesa y se fue.
Scott cogió mi taza y sirvió el té.
- Toma.- me dijo mientras extendía la taza de té hacia mí
- M-Muchísimas gracias...- le contesté cogiendo la taza
Él se sirvió a si mismo el té. Le miraba con intriga, así que decidí preguntarle:
- ¿Por que me has servido el té? Lo podía haber hecho yo misma.
- Pero yo se como sé debe servir el té para que tenga un dulce sabor.- me contestó
Me quedé un poco confundida al principio, pero después de tomar el primer sorbo del té lo entendí.
- ¡Está delicioso!- le dije brillante después de tomar el sorbo
Scott sonrió algo satisfecho, y a partir de aquel momento no nos volvimos hablar. Sólo tomábamos el té. Pero aquel silencio ya no era incómodo, de alguna manera estaba lleno de calidez. Nos tomamos bastante tiempo para beber nuestro té. Yo me lo tomé con mucha calma, además, hacia un gran clima: un poco de calor con un viento fresco y agradable. En todo aquel rato que pasamos sin hablarnos Scott y yo decidí ver las hojas de los árboles bailando con el viento y formando dibujos de sombra en el suelo. Tenía una sonrisa tonta en la cara, pero es que me sentía tan bien que casi me dormía. A veces desearía que momentos así se congelaran, o que lo pudiese pasar con Yao, o con toda mi familia. Ambos acabamos nuestro té, así que decidí pagar. Pero Scott me detuvo.
- Ya pago yo.- me dijo
Italia vino y Scott pago la cuenta. Me estiré un poco y le dije:
- ¿Por que has pagado la cuenta?
- Tu ya has comprado mucha ropa y has gastado mucho dinero.- me contestó- Era lo mínimo que podía hacer.
Me sorprendí un poco al principio, pero luego le sonreí en señal de agradecimiento.
- ¿Que te apetece hacer ahora?- me preguntó Scott mientras encendía un cigarrillo
- Bueno, realmente no se que hacer ahora...- le dije
- Sabes,- encendió un cigarrillo, dio una calada y dejó soltar el humo- a las 4 hacen sesiones de peliculas. ¿Quieres ir a ver una pelicula?- me preguntó
- Si, pero... No se que películas hacen.- le dije ladeando la cabeza
- No pasa nada. Cuando estemos allí ya elegirás.
- Mmm... Vale.
Nos levantamos, y esta vez, ayudé al escocés con las bolsas. Fuimos al centro comercial de nuevo, ya que allí había un cine. Fuimos a ver que películas había, y había una, que al verla, me pusé toda brillante.
- ¿Que película quieres...?- me preguntó
- ¡Esa!- le dije interrumpiéndole y señalando un cartel de karate
El escocés se sorprendió y suspiró. Pedimos la entrada para ver la película. Entramos y no salimos hasta las 6:30 de la tarde.
- ¡Como mola!- dije una vez habíamos salido del cine
Scott estaba irritado y lleno de bolsas. Yo sonreía felizmente sin hacer caso al escocés. Estuvimos un rato caminando por el centro comercial, hasta que, a lo lejos, me percaté de sense y todos los demás.
- ¡¡Sense!! ¡¡Ni hao!!- dije mientras con la mano decía hola
- Eh... ¡Ah! Es Mei aru.- dijo sense a todos
Fui corriendo con sense y todos los demás. Al llegar todos me saludaron y tal, y por atrás llegaba Scott irritado y con un montón de bolsas. Arthur se le acercó con una sonrisa maliciosa y dijo:
- Vaya vaya... Pareces un burro de carga.
- Oye, ¿por que no te callas?- dijo Scott a Arthur todo irritado
- ¡¿A que viene eso?!- dijo Arthur enfadado
- Bueno bueno, no nos vamos a enfadar. Haced las paces y todo estará ¡OK!- dijo Alfred
- Cállate.- dijieron Arthur y Scott a la vez
- No os enfadéis, que no es para tanto.- diji Francis
- Al fin y al cabo seréis parte de Rusia.- dijo Iván
- Yo quiero ser parte de ti.- dijo Natasha acercándose a Iván
Scott dejó las bolsas y, de alguna manera u otra, todos empezaron a pelear. Yo me mantuve al margen, y conmigo Matthew y Antonio.
- Em... ¿No los detendréis?- pregunté a Matthew y Antonio
- A mi no me escucharan...- dijo Matthew algo decepcionado
- Hey, ¿quien es?- dijo una chica que pasaba por ahí
- Soy Canadá...- dijo Matthew ya decepcionado
- Yo creo que es divertido verlos pelear.- dijo Antonio riendo
Esos dos son realmente extraños. Veía a todos pelearse, y poco a poco, la rabia se iba acumulando en mi, hasta que ya no pude. Me puse delante de ellos, cogí aire y dije gritando y estando enfadada:
- ¡¡PARAD YA ESTO IDIOTAS!! ¡¡OS QUIERO A TODOS EN UNA FILA Y SIN PELEAROS!!
No se si sería por el grito o si tenía alguna aura maligna por detrás, pero todos me obedecieron, excepto Scott que se quedo algo sorprendido.
- ¿Por que tendría que hacer algo así?-  dijo Scott
- Es mejor que hagas caso aru... Mei da mucho miedo cuando está enfadada aru...- dijo Yao asustado
Scott suspiró, cogió las bolsas y se puso en la fila con todos. Antonio y Matthew estaban detrás mio, entonces Antonio, al cabo de un rato, empezó a reír y dijo:
- Vaya, nos puedes poner a raya.
- Vaya miedo...- dijo Matthew
Suspiré y, señalandoles, les dije:
- Volveros a pelear y os aseguro que os ropo los brazos.
- ¡A-Aiyaah! ¡No digas eso Mei!- dijo sense asustado
- Pues entonces no peleéis.- le contesté a Yao-sense
Yao tragó un poco de saliva. Entonces Antonio caminó y se puso un poco mas delante de mi y dijo:
- Bueno bueno, vamos ya a la casita donde nos alojamos todos a preparar la cena.
- ¿Y que tal si nos ponemos nuestras mejores ropas?- dijo Francis
- ¡Yo quiero!- dije entusiasmada- Me he comprado un vestidito muy mono y me gustaría ponérmelo.
- Entonces yo me pondré un traje.- dijo Arthur- Al final iremos todos de gala.
- Si...- dijo Natasha
- ¡Ah! Natasha he comprado un vestido para ti también.- le dije
- Oh vaya...- dijo Natasha sonrojándose- Gracias...
- ¿Vamos o qué?- dijo Scott irritado-  Me quiero quitar todas estas bolsas de encima.
Fuimos todos a la casa dónde nos alojabamos. Nadie ayudó al pobre Scott que estaba lleno de bolsas. Todos estuvimos hablando sobre muchos temas cuando íbamos hacia la casita. De repente sense me preguntó:
- Mei, entonces, ¿has tenido una cita con Scott aru?
Yo me puse toda roja y pegué a Yao irritada.
- ¡¡Claro que no!!- le dije
Todos los que estaban a mi alrededor rieron por mi reacción a aquella pregunta. Es muy estupido Yao al preguntarme eso.
Al llegar a la casita decidimos lo siguiente: Francis, Antonio y Yao-sense cocinarían, todos los chicos se tendrían que cambiar rápido y bajar al salón, y las chicas, Natasha y yo, tendríamos que cambiarnos y esperar en la habitación hasta que los demás nos llamarán. Después de habernos organizado un poco, cogí la mano de Natasha y la arrastré hacía la habitación. Al darme cuenta de que no tenia los vestidos que había comprado me dirigí hacia la puerta, después de haber llegado a la habitación,  y la abrí. Me encontré delante a Scott furioso y lleno de bolsas.
- Toma.- me dijo Scott
Dejó las bolsas en el suelo y se marchó a cambiarse. Cogí todas las bolsas y las entré dentro de la habitación. Natasha miraba sorprendida todas las bolsas y me dijo:
- ¿Ahí esta el vestido?
- Así es.- le contesté
- Pues vaya... Si que hay bolsas...
- Quería comprar bastante ropa antes de volver a casa.- le dije a Natasha sonriente- Bien, ¡manos a la obra!
De una bolsa saqué el vestido que me iba a poner, era un vestido rosa pastel con flores blancas de falda que llegaba hasta las rodillas y de tirantes. Y de otra, saqué el vestido de Natasha, era de color gris brillante con una lazo de color negro que recorría la cintura de falda como la mía y de palabra de honor. Preparamos la ropa en nuestras camas y fuimos a arreglarnos. Nos duchamos, y nos pusimos la ropa. Por mi parte, me maquillé y me peiné muy fácilmente. Bueno, dejé mi pelo suelto y me puse mi flor de cada día. Y, bueno, por la parte de Natasha no iba del todo bien. La ayudé a maquillarse un poco y también la ayudé con el pelo. Le hice una cola de caballo con un lazo negro como el del vestido. Quedó muy mona. Y luego de prepararnos estuvimos un rato hablando, hablando sobre cosas... Cosas de chicas. Al poco rato llaman a la puerta y nos dicen que ya podemos bajar. Nos levantamos y le digo a Natasha:
- Ves tu primera, seguro que causas furor.
- ¿Que dices?- me dijo
- Tu solo ve.
Natsha se fue para ir a bajo. Me puse bien el vestido y salí para poder ir abajo con todos.
Al bajar, todos me miraron un tanto sorprendidos, solo algunos. Yo me sonroje un poco de vergüenza, y me dijo Francis:
- Estas bellísima Meimei~
- Ah... Mu-Muchísimas gracias...- contesté un poco sonrojada
- Es raro verte con esa ropa aru.- dijo sense acercándose a mi
- Lo mismo va para ti.- le dije
- Me han dejado este traje aru.- me dijo sense- Solo tengo ropa de calle aru.
- Eso te pasa por no hacerme caso.- le dije
- A-Aiyaa...
Estuve conversando con casi todos un buen rato. Todos llevaban traje, aunque Antonio llevaba encima un delantal, ya que había acabado de cocinar hace poco. Entonces, bajando de las escaleras, vino Scott con su típica ropa: un uniforme de color azul con una cruz blanca en medio.
- Oye Scott, la condición es que todos nos pusiéramos trajes.- dijo Arthur indignado- Eso no sirve.
Cuando Scott acabó de bajar las escaleras, se acercó a Arthur y le estiró del pelo.
- Yo me pongo lo que quiero.- dijo Scott
El francés tosió y dijo:
- Scott... Por favor...
- ¿Que?- dijo Scott mirando al francés
- Recuerda que Mei se va mañana aru.- dijo Yao
El escocés puso una mueca de incomodidad y soltó al inglés empujándolo. Natasha atendió a Arthur mientras el escocés se dirigía hacia un sillón. Esa era una buena oportunidad para hablarle. Me acerqué y le dije algo nerviosa:
- Scott, es mejor que no te sientes... Vamos a cenar ahora.
- Ok...- dijo suspirando- Pero no quiero acercarme al idiota de mi hermano.
- ¡Vale!- le contesté- Entonces... Siéntate a mi lado.
Sonreí amablemente, cogí su brazo y le arrastré hacia la mesa. Iván y Alfred prepararon la mesa tranquilamente. Todos poco a poco se sentaban en el sitio donde querían. Yo, arrastrando a Scott, me senté. Scott hizo lo mismo, claro. Una vez que todos nos sentamos, Alfred me dirigió la palabra y me dijo:
- Mei, di algo.
- ¿Cómo que?- le pregunté
- "Que aproveche" por ejemplo.- me dijo
- Emmmm... Que aproveche.
Una vez dicho eso todos empezaron a comer. Reí un poco por como habían reaccionado: parecían niños que estaban deseando comer chocolate, pero que no podían ya que su madre, hasta que no dijera algo, no podían coger el chocolate. Era una escena un poco familiar y llena de calidez. Les vi por un rato como comían, y luego empecé yo. Hasta Scott empezó a comer cuándo dije "Que aproveche". Era un tanto raro, pero era feliz al fin y al cabo.
La escena de la que decía que me hacía tan feliz... Pues se nos fue de las manos... Arthur, Francis, Antonio, Alfred y Yao se emborracharon, Natasha acosaba a Iván y Matthew se fue su la habitación. Esa escena se ha vuelto perturbadora: Francis estaba desnudo, Yao estaba vestido de mujer, Alfred se comportaba cómo un niño pequeño, Arthur estaba semidesnudo y se estaba quejando por todo, Antonio deliraba por un tal Romano e Iván huía por su vida mientras Natasha le perseguía con un cuchillo en la mano. Suspiré con algo de miedo y salí de allí. Me dirigí hacia el jardín y me tope con Scott. Es cierto que no lo había mencionado anteriormente, pero eso era porque no sé dónde se había metido. Después, de haber visto que era él avancé un poco y le dije:
- N-Ni hao...
El escocés se giró para verme y me dijo:
- Ah... Hello Mei...
- Eh... ¿Por qué no estas ahí dentro?- le pregunté
- Bueno,- suspirando y dio una calada a un cigarrillo que tenía encendido- no me quiero involucrar con unos idiotas borrachos.
- V-Vaya... Si que eres directo...- le dije
- Bueno, al fin y al cabo los tengo que aguantar.- me dijo mientras, que con una calada, acababa el cigarrillo
Quise verle mas cerca, así que al bajar unas pequeñas escaleras que habían ahí, resbalé. Pero Scott me cogió de la mano para evitar caerme de culo. Entonces, una vez que detuvo mi caída, me acercó a él y me dijo:
- Sería una pena que ensuciaras este vestido.
- A-Ah... C-Cierto...- le contesté algo sonrojada
Él me miró desde arriba. Claramente, él era más alto que yo. Era una ventaja para él, y una desventaja para mí. Me miró durante un rato mientras que yo escondía mi mirada. De repente cogió mi barbilla y la levantó. Miré sus ojos esmeralda dónde habían reflejados miles de estrellas. Él me miraba seriamente y me dijo:
- ¿Te gustan las estrellas?
- ¿Eh?- dije un poco confundida- ¿A-A que viene eso?
Él acercó un poco su cara hacía la mía. Podía ver mejor sus ojos verde esmeralda, eran profundos e hipnotizantes. Él me dijo con la misma seriedad:
- Contéstame.
Yo estaba demasiado nerviosa. Mi corazón iba a mil, parecía que se iba a salir. Mi cara estaba un poco roja, pero aun así le dije:
- S-si... Supongo que sí...
- Ya veo.- me dijo algo sonriente
Él acercaba poco a poco su cara hacía mí. Me iba a besar. ¿¡Me iba a besar!? Cerré mis ojos rápida y fuertemente. Pero no note nada... Abrí un poco uno de mis ojos y vi a Scott con una sonrisa que daba miedo.
- ¿De verdad creías que te iba a besar?- me dijo Scott
- ¿Eh?- dije confundida
- Ilusa.
Yo me enfadé y le empuje. Una vez que estaba bastante lejos de él, le dije con ojos llorosos:
- ¡Idiota! ¡Así ni se juega con el corazón de una chica! ¡Pervertido!
Di media vuelta y me fui dentro de la casa. Pero antes de darme la vuelta vi a Scott con la cabeza agachada y algo decepcionado. Aunque se lo merecía por hacerme eso. Entré en la casa y todos seguían con la borrachera, pero no les hice caso y me fui hacia la habitación dónde residía. Me quité el vestido, me puse el pijama y preparé la maleta. Scott... Era realmente desagradable... Me metí en la cama aún enfadada deseando dormirme para así poder madrugar y volver a casa. ¿Como era posible que alguien cómo él le hiciera algo así a una chica? Eso es despreciable...
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Nyahoo~ Soy Haruna! La escritora a tiempo parcial de este blog. Es la primera vez que hago esto en un fic, o sea, lo de hablar por mi misma y tal. Bueno, a lo que voy es que este fic de Hetalia(serie en la que me he basado este fic) en teoría tiene 4 partes. No se cuando tendré la cuarta parte :P pero espero que la esperéis con ansias. También seguiré escribiendo algún que otro fic que quiera y se me venga a la mente. Aunque también me podéis pedir algún fic personalizado~ También me gustaría que siguierais este blog, y si puede ser poner comentarios(buenos en plan elogios, y criticas buenas). Y eso es todo... Nos vemos en el siguiente fic! ^3^

Destino: Europa - Parte 2

Me despierto y lo primero que veo es la cara de Natasha enfrente mio dando un poco de miedo. Salté de la cama y me di con la cabeza de ella.
- ¡¿Q-Que haces?! ¡Estaba durmiendo!- le dije alborotada
- Perdon... solo quería ver si estabas despierta...- me dijo ella mientras se sobaba el golpe- Buenos días Mei.
- ¡Ah! Buenos días Natasha.- le contesté mientras también me sobaba el golpe
Me senté en mi cama pidiendo disculpas a Natasha por el golpe en la cabeza. Ella solo me decía que no pasaba nada, pero yo me sentía realmente mal después de haberle hecho daño. Aunque técnicamente nos hemos hecho daño mutuamente.
Eran alrededor de las diez de la mañana. Las 9:54 para ser exactos. Natasha y yo nos vestimos y, mientras me peinaba, le dije a Natasha:
- ¿Quieres que te peine?
- Estaría bien si pudieras.- me contestó
- ¡Claro que estará bien! ¡Ven!- le dije mientras hacia un amago para que viniera hacia mí
Ella vino hacia mi con algo de miedo. Y cuándo acabé de peinarme, me puse detrás de Natasha y empecé a peinarla. Al finalizar, recogimos nuestras cosas y demás pertenencias dejándolas en nuestra maleta. Cuando Natasha hubo terminado de recoger, salió del cuarto, y yo seguí en ella para hacer las camas. Las hice muy rápidamente, bajé al salón, y en ella estaban Natasha, Matthew, Francis, Antonio y Arthur.
Bajé por las escaleras algo dormida aún, y al llegar al salón dije a todos:
- Buenos días...
- ¡Ah! Buenos días Mei, tenemos churros para desayunar.- dijo Antonio señalando los churros
- Oh...- bostecé y proseguí- Muchas gracias Antonio...
Me senté en la mesa, y un brazo empezó a rodearme diciendo:
- Bueno días Meimei~ ¿Como te sientes hoy?
Solo era Fracis intentando ligar conmigo. Aparte su brazo de mi y le dije:
- Bien. Gracias por preocuparte Francis.
El francés suspiro decepcionado, mientras que el inglés, Arthur, se reía de él.
- Eso te pasa por ligarte a cada chica que ves.- dijo Arthur
- ¡Cállate! Tu no puedes ni hacer que Scott te haga caso.- replicó Francis
Se escuchó como si a Arthur le hubieran clavado una flecha de culpabilidad en el corazón. Esa fue la bomba que detonó para empezar una larga discusión entre el francés y el inglés. Cada uno desde el lado opuesto de la mesa discutían. Matthew  intentaba desesperadamente calmar la situación, cosa que no consiguió. Natasha, solo que escabulló. Antonio miraba la escena mientras reía. Yo como estaba medio dormida, al principio no hice mucho caso de la discusión, pero poco a poco la conversación de esos dos idiotas discutiendo fue entrando en mi cabeza haciendo que me pusiera de los nervios. Cuando ya no pude mas me levanté y dije gritando:
- ¡¿Podéis parar ya los dos?! ¡Estoy de vuestra discusión hasta la punta de mi rulo!
Cuando me volví a sentar todos se callaron mirándome con los ojos como platos. Ya tenía que soportar bastante al viejo de Yao, así que no quería mas peleas.
- Antonio, ¿puedo desayunar tus churros?- le dije al español mientras lo miraba
El asintió y se fue a la cocina. El inglés y el francés se sentaron desviando, ambos sus miradas. Matthew desapareció en el momento que yo le buscaba con la mirada. Sin darme cuenta, el español, Antonio, me sirvió un plato con churros y una taza de chocolate caliente.
- Aquí tienes Mei. Chocolate con churros, típico en mi casa.- dijo Antonio
- ¡Oh! Muchísimas gracias Antonio.- le dije
Mientras daba las gracias a Antonio por los churros y el chocolate, alguien iba bajando por las escaleras.
- Vaya vaya... Así que adulas a una chica que recién conoces al igual que el idiota de Arthur. ¿No es así Antonio?- dijo Scott que bajaba por las escaleras
- No la estoy adulando,- dijo el español mientras le lanzaba al escocés una mirada desafiante con el ceño un tanto fruncido- solo le estoy sirviendo el desayuno. Si tienes algún problema, solo dímelo a la cara.
Miré al español con un poco de miedo. Y pensar, que alguien que me había tratado tan bien podía dar tanto miedo. Desde que vi a Antonio por primera vez, él siempre sonreía, excepto en ese momento.
- Mira por donde,- dijo el escocés sonriendo un tanto perturbador- acabas de asustar a la chica Antonio.
El español apretó sus dientes y dijo, aún con el ceño fruncido:
- No entiendo como Arthur te ha traído aquí con esa actitud que tienes.
- Ni yo mismo lo sé.- dijo Scott
Scott miró al inglés que estaba sentando en una silla del salón, pero él solo ignoró la mirada del escocés. Francis se levantó suspirando y dijo:
- Bueno, no pongamos la situación tensa. Venga Scott, siéntate y desayuna como Meimei.
Miré por un momento a Francis y luego mi mirada volteó hacia la del escocés, dónde, tanto el escocés como yo, nos miramos fijamente. Durante ese pequeño y corto tiempo en que nos vimos fijamente hasta que Scott giró su cabeza, pude ver sus ojos verde esmeralda. Eran profundos.
- Me voy.- dijo Scott después de girar su cabeza para dejar de mirarme
El escocés salió de la casa. Nadie se interpuso en medio de él. Francis bajó la cabeza mientras se sentaba en su silla, Arthur estaba perdido en su mente mirando la mesa y Antonio, apretó su mano y volvió a la cocina. Al ver esa escena mi rabia se empezó a acumular, hasta que no pude mas y dije gritando y frunciendo el ceño:
- ¡¿Por que montáis una escena así?! ¡Me quiero ir de aquí con un buen recuerdo! No con un montón de discusiones en toda una atmósfera tensa. ¡Así que no volváis a montar este numerito!
Arthur volvió en si y me dijo riendo:
- Perdón Mei. De verdad.
- Lo siento Meimei.- dijo Francis
- No pasa nada.- les dije- Pero no lo volváis a hacer.
Ellos asintieron, y yo, les sonreí y empecé a desayunar. Al parecer todos se habían ido hacia el centro a comprar. Solo quedábamos en la casa Frnacis, Arthur, Antonio y yo.
- ¿Y por que se han ido al centro?- pregunté
Antonio salió de la cocina secándose las manos con una pequeña toalla y me contestó:
- Hoy tenemos el día libre. Podemos ir al centro a comprar, visitar museos o lo que queremos. Pero con la condición que a las 8 mas o menos tenemos que volver aquí.
- ¿Podemos comer fuera?- le pregunté
- Así es Mei.- me contestó- Parece ser que no podrás comer al final mi paella.
- ¿Y eso?
- Normalmente, la paella se come mejor al mediodía. Es típico en mi casa.
- Oh~ Ya veo.
- No queremos interrumpir la fiesta, pero nosotros nos vamos yendo.- dijo Arthur
- Yo me voy a visitar museos con este panfleto de aquí y con Alfred.- dijo Francis mientras señalaba al inglés
- ¡¿A quien llamas panfleto idiota?!- dijo Arthur mirando a Francis
Yo reí al verlos discutir de esa manera. Me recordaba un poco a Yao-sense y mi.
- Os acompaño chicos.- dijo el español- Mei, ¿podrás limpiar y fregar la cocina antes de salir?
Yo asentí untando un churro en el chocolate. Antonio me sonrió, se quito el delantal que tenia encima, lo dejo en la cocina y se fue con Arthur y Francis. En aquel momento en que se fueron los tres note un gran vacío en la casa, un vacío que me recordaba bastante un poco de mi pasado. Ese no es el caso. Acabé de desayunar, recogí la mesa y fui a la cocina a fregarlo todo. De repente alguien entró en la casa. Yo me asusté un poco y, dejando de lado el fregadero con los platos, fui al salón cautelosamente para ver quien había entrado en la casa. Miré si había alguien en las butacas. No había nadie.
- Oye, ¿que estas haciendo?- dijo una voz detrás mio
Un escalofrío recorrió mi espalda, y ,asustada, me escondí detrás de la butaca a la cual inspeccionaba anteriormente. La persona de la cual pertenecía la voz de antes se acercó a mi y rió.
- ¿Por que te escondes de mi?- dijo la voz
Yo, con alguna que otra lagrima en los ojos, miré a ver quien era.
- ¡¿S-Scott?!- dije mirando al chico
- Así es. No hace falta que hagas eso, ¿sabes?
- ¿Que haces aquí? ¿No tendrías que estar por el centro?
- Si, pero es aburrido ir solo. Ademas paso de ir con todos los demás, y menos con el idiota de mi hermano Arthur. Y dime, ¿que haces tu aquí?
- Bueno, acababa de desayunar, e iba a fregar los platos y tal...
- Entonces ve. Yo te estaré esperando en esta butaca.
- ¿Eh? ¿Por que?
- Me apetece acompañarte. Ademas, ¿que querías? ¿Perderte en esta gran ciudad? Estas solo hoy, y nadie esta contigo, así que no tengo mas remedio que acompañarte.
Yo me sonroje levemente al escuchar esas palabras.
- Oh vaya... Gracias Scott.- le dije
- Si si, lo que tu digas.- me contestó sentándose en la butaca
Yo me fui a la cocina a fregar todos los platos. Cuando acabé de fregar los platos fui al salón.
- Em... Scott, ya estoy.- dije mientras buscaba al escocés con la mirad
- Vale.- me contestó él mientras, levantándose de la butaca, se dirigió hacia la puerta- ¿Vamos?
Yo asentí siguiéndole. Salimos de la casa y antes de alejarnos de ella, la cerré con llave.
- Y bien, ¿que quieres hacer?- me preguntó Scott cuando poco a poco nos íbamos alejando de la casa
- ¡Vamos de compras!- le contesté mientras de mi salían brillitos de felicidad
- ¿C-Comprar?
- ¡Si! Me gustaría comprar un poco de ropa europea antes de ir a casa...
- Pues entonces vamos.
Yo le miré sonriente, y poco a poco nos fuimos al centro de la ciudad.
Realmente, ese día junto al escocés. haría que ese día fuera único, divertido, pero sobretodo, inolvidable.

Destino: Europa - Parte 1

Ni hao~ Soy Taiwan. Pero llamadme Xiao Mei, sera mucho mejor para vosotros. Bueno, hace mas de dos semanas mi sense(China o Wang Yao) me invitó a pasar el día con sus compañeros de las Fuerzas Aliadas. Si mal no recuerdo son Rusia, Inglaterra Francia, Estados Unidos y mi sense. Yo ya conocía a Estados Unidos, porque gracias a mi ayuda evité que mi sense falsificara la Hello Kitty de Estados Unidos.Y bueno, al parecer mi sense me ha invitado a pasar el día con todos, como he dicho antes, pero todos los demás traerán a algún hermano o hermana, como sense que me trae a mi. Aunque sinceramente, podía haber cogido a Corea... Que se le va a hacer.
Estoy en el aeropuerto de Taipei, esperando a que el avión de sense aterrice para recogerme e ir a Europa. Sinceramente, sense me trata aun como una niña pequeña. Que desagradable. Sin darme cuenta alguna, el avión de mi sense aterriza y sale un cuerpo extraño a toda velocidad de la puerta del avión de sense. Intento fijarme que era y poco a poco se dirigía hacia mi. Cuando me doy cuenta ese cuerpo extraño esta delante mio y dice:
- Vamos Taiwan! No podremos coger nuestro avión aru!
Era mi sense, China. Al poco rato de darme cuenta, digo:
- Ah! Es cierto!
Me despido de mis superiores, cojo mis maletas y, al lado de China y con las maletas, corríamos hacia la puerta del avión, destino: Europa.
Llegamos al avion justos de tiempo, acabando de dejar las maletas. Nos sentamos en nuestros correspondientes asientos jadeando a causa del cansancio.
- Llegamos a tiempo aru... -dijo sense
- Asi es... - le contesté - Podias haber cogido dos o tres aviones anteriores a ese sense.
- ¡Me niego aru! ¡Paso de venir aqui a las tantas de la noche aru! - me dijo con tono indignante
Yo me limite a suspirar. Mire un poco el paisaje desde la ventanita de mi asiento.
- ¿Estas preparada para ir a Europa aru? - dijo sense
- ¡Si! ¡Estoy preparadisima!- conteste entusiasmada
- Casi nunca has ido a Europa a pasar vacaciones, ¿no aru?- me pregunto sense
- ¡Nunca he ido de vacaciones a Europa! Siempre que he ido a sido por algun asunto politico, y encima con mis susperiores.
- Ya veo aru. Entonces estas ansionsa por pasar unos dias de vacaiones con tu genial hermano mayor aru~
- Estoy ansionsa para asi poder comprar ropa y tal y...- digo mientras miro mi sense- No eres genial viejo.
- ¡Claro que si aru! Soy joven y genial.
- No, no lo eres.-le dije interrumpiendole
- ¡Respeta a tus mayores Taiwan!
Inflé mis mejillas molesta girandole mi cabeza y dandole la espalda. Pero de alguna manera sentia que algo en este viaje me ayudaria a cambiar un poco, como mis modales.
Llegamos a Europa, cogi mis maletas y nos dirigimos a una casa típica familiar para poder estar con todos los demas compañeros de sense. Al llegar a la casa nos encontramos de que no habia nadie, solo un papel donde ponia que todos estaban reunidos en la sala de reuniones de las Fuerzas Aliadas y la habitación donde nos alojabamos. Miré donde me tocaba y me dirgí a la habitación para dejar las maletas. Al parecer compartia la habitación con una tal Natasha... "¿Que país será? ¿Que tipo de persona será?" me preguntaba dentro de mi mente en aquellos momentos. Y después de dejar las maletas al lado de mi cama me dirigí al salón con mi sense.
- Taiwan, ¿que te parece tu habitación aru?- me pregunto sense
- Esta muy bien. Por cierto, ¿quien es Natasha?- le pregunté con curiosidad
Sense sonrió y me dijo:
- Ya lo verás aru~
- ¿Eh? Pero dimelo...- le dije con tono indignante
Él solo sonrió y se dirigió hacia la puerta.
- Vamos aru.- me dijo
- ¡Ah! ¡Si!- le dije acompañandole
Nos dirigimos hacia la reunión donde estaban todos. Al llegar, sense dio una patada a la puerta por alguna extraña razón. Yo solo me limite a estar detrás suyo algo tímida.
- ¡Ya llegamos aru!- dijo sense
- Hola China.- dijo Rusia
- ¡No no no! Acordamos que hoy nos identificariamos con nuestros nombres humanos aru. ¿A que si Mei?- me pregunto sense mientras se dirigía hacia mi
Yo me sorprendí y asentí muy rápidamente.
- ¡Oh! Hello Taiwan.-dijo Estados Unidos- A pasado mucho tiempo...
- Si, asi es Estados Unidos.- le contesté
- No, my name is Alfred.
- ¡Ah! Lo siento Alfred...
- No pasa nada Mei.- me dijo el americano sonriente
- Oh~ Asi que tu eres Mei. Que monada~ - dijo el francés una sonrisa un tanto perturbadora
- Oye Francis, deja a mi hermana en paz aru.- dijo sense
- ¿Eh? ¿Por que? Si es muy mona~
Mientras que esos dos se peleaban, yo me acerqué a un chico muy parecido a Alfred, solo que él estaba un poco nervioso y era casi... invisible.
- Ni hao.- le dije alegremente-¿Quien eres?
- Soy Canadá. Matthew Williams es mi nombre.- me contestó
- Encantada. Soy Xiao Mei.- le dije sonriente
- ¡Ah! Así que tu eres Tai...
De repente un hombre con una bufanda se acercó a mi interrumpiendo a Matthew.
- Hazte uno con Rusia.- dijo aquel hombre
Yo me asusté y di un paso hacia atrás del miedo. Entonces sense, se percató de que me pasaba algo y, dejando de lado la pelea con Francis, se puso delante mio diciendo:
- Oye Iván, no asustes asi a Mei aru.
- ¿Por qué no?- preguntó el ruso sonriendo
- ¡Pues porque no aru!- contestó sense un tanto nervioso
Me fije que detrás del ruso había alguien, me acerqué y vi que era una chica. Inmediatamente mis ojos se pusieron como platos y le pregunté:
- ¿Eres Natasha?
- Así es.- me contestó- Represento a Belarús. Tu no seras Xiao Mei, ¿verdad?
Yo asentí muy feliz y le dije:
- Así es. Soy Taiwan.- me quedé un rato pensativa y dije- Llámame Meimei.
La chica asintió. De repente Alfred se acercó a mi y me dijo hiperactivo:
- Bueno Mei, ¿como te ha ido el viaje? ¿Como has estado? ¿Que te parece este lugar? ¿Quieres una hamburguesa? 
- Oye Alfred, no angusties a la lady.- dijo un chico de grandes cejas, y, dirigiéndose hacia mi, prosiguió- Vaya no me he presentado. Me llamo Arthur, encantado.
Me lanzó una sonrisa y yo me sonrojé levemente. Entonces un chico que estaba sentado en una silla recolzando los pies en el borde de la mesa dijo:
- Oye Arthur, no adules a una chica que acabas de conocer.
- ¡Ja!- contestó el inglés- Habló. Como mínimo preséntate. 
Ell chico se levantó y en lo primero que me fije fue en su pelo pelirrojo, rojo como el fuego. Y cogiendo el pelo del inglés dijo:
- Tu no eres quien para mandarme.
El inglés puso una mueca de dolor. Yo me asusté y rápidamente, escondiendo el miedo, me puse en medio de los dos haciendo que el pelirrojo dejara al ingles.
- ¡Ya basta!- dije
El pelirrojo suspiró y salió de la sala.
- ¿Quien es?- pregunté mientras atendian al inglés
- Es Scott aru.- dijo sense- El hermano mayor de Arthur aru.
Miré un poco sorprendida a mi sense, entonces el francés salta:
- Representa Escocia. Déjale, es un caso perdido.
- ¿Pero por qué es así?- pregunté
- Quiere la independencia.- dijo Arthur
- Bueno bueno, no pensemos en eso ahora.- dijo el francés
- Tienes razon aru.- dijo sense
De repente alguien se acercó por detrás mio y susurró en mi oído:
- Hazte uno con Rusia.
Yo me asusté tanto que pegué sin querer a Iván. Sabeis, soy capaz de volver a colocar el brazo de sense cuando lo tiene dislocado, y lo he hecho mas de una vez. Bueno, que después de pegar a Iván, Natasha casi me mata con un cuchillo. 
- ¡Oye! ¡¿Que haces Natasha?!- dijo el inglés
- No voy a permitir que alguien pegue a mi futuro marido.- contestó Natasha
- Yo no he dicho que me casaré contigo Natasha.- dijo el ruso con voz temblorosa
- Claro que si lo haras.- diji Natasha
Mientras hablaban, poco a poco, me fui yendo, pero Natsha notó como me iba y empezó a perseguirme por la habitación. Yo corrí por toda la habitación e intentaba esconderme detrás de sense. De repente alguien entró dando una patada a la puerta y dijo sonriente:
- ¡Hola! Soy España, el país de la pasión, pero lllamadme Antonio. ¡Ah! He traido xurros.
Todos nos miramos al español. Natasha y yo dejamos de correr, pero yo me tropecé con la falda de mi quipao y caí al suelo. Rápidamente me ayudaron a levantarme, y el español se acercó a mi y se disculpó por haberme asustado.
- ¡Bien! Ahora que estamos todos vamos a decir lo que haremos estos dias. Hoy solo hablaremos y tal, mañana iremos por la ciudad a comprar y por la noche haremos una fiesta. Al siguiente dia...- dijo America
Yo le interrumpí y le dije:
- Pero América, solo puedo estar aqui hasta mañana. Después tengo que volver a mi casa.
Sense me miró algo extrañado y me dijo:
- ¿Te tendrás que ir aru? ¿No ne dijiste que tenías la semana libre aru?
- Si, pero hace poco, mis superiores me han mandado un mensaje dónde me decian que tenía ir a casa lo mas rápido posible. Mira.- le contesté enseñando mi móvil
- Aiyaa...- dijo sense suspirando
- No pasa nada Meimei~ Durante tu estancia aqui haremos que lo pases muy bien.- dijo Francis
- Si. Cocinaré xurros y una gran paella para mañana.- dijo Antonio extiendome los xurros
Todos los demas sonrieron de inmediato, excepto Natasha, que primero suspiro guardando el cuchillo y luego me miró sonriente como diciendo "Tendré que ser amable contigo". Yo sonreí feliz y asentí. 
- ¡Muchas gracias a todos!- dije
Estuvimos unas tres horas en la habitación hablando sobre todo tipos de asuntos: culturales, políticos, viejos recuerdos... Cuando ya nos notabamos cansados fuimos a la casita donde nos alojamos, y cuándo entramos a la casita vimos al escocés sentado en una butaca al lado de la chimenea con un vaso de alcohol. Arthur se acercó al escocés y le riñó, pero el escocés solo le ignoró. 
- Pero serás...- dijo el inglés apretando su mano
- Bueno bueno, no pasa nada Arthur. Ves un rato a tu cuarto mientras hacemos la comida.- le dije a Arthur- Sense, ves preparando algo para cenar.
Era normal que le pidiera la cena a sense si eran casi las nuevas de la noche.
- Vale aru.- me respondió sense- Oye Francis, ayúdame aru.
El francés asintió y se fue a la cocina con sense. Yo fui a acompañar a Arthur a su cuarto, y luego me dirgí a la mia para preparar mi pijama y la ropa. La maleta la tenía llena de ropa, y solo me quedaba dos días. Cuando acabé de poner la ropa me dirgí al comedor y puse la mesa. Al poco rato todos empezaron a venir y a sentarse en la mesa. Al acabar de poner la mesa fuí a la cocina a ayudar a sense en algunas cosas y a servir la comida.
- Vamos a bendecir la mesa.- dijo el americano
- Eso en mi casa no se hace Alfred.- dijo Iván
- ¿Eh? ¿En serio?- dijo Alfred
- Creo que es solo en tu casa dónde hacen eso.- dijo Francis sentandose en la mesa
- Oh vaya...
- No pasa nada Alfred.- le dije sentandome en la mesa junto a sense- Todo lo que podemos decir ahora es que aproveche.
Sonreí y todos empezaron a comer cuando dije "que aproveche".
- Sois realmente raros.- dijo Scott
- Oye Scott, ten un poco de modales en la mesa.- dijo Arthur
- Mira quien habló.- dijo el escocés
- Entonces no comas.- le dije inocentemente
- Tampoco lo haría.- me contestó en escocés
- Cómo mínimo prueba mi comida aru.- dijo sense metiendo en la boca del escocés un trozo de rollito de primavera
El escocés suspiro y empezó a comer cómo todos. Sonreí vagamente a causa del cansancio y seguí comiendo. Al finalizar la cena, cada uno se fue a algún sitio de la casa: Alfred, Arthur, Francis e Iván fueron al salón, Natasha seguía a Iván donde quiera que iba, Scott se fue al jardín, sense se fue a su cuarto a dormir, Antonio y yo recogimos la mesa y fregamos los platos juntos, y Matthew... Bueno, no se dónde se fue. Cuándo acabé de fregar los platos di las buenas nohes a todos, excepto a Scott que estaba fuera y a sense que estaba durmiendo, y me fui a mi cuarto. Al llegar me puse el pijama, me lancé a la cama y me dormí.
Habían pasado unas cinco horas desde que yo me fuí a la cama, y al parecer todos ya estaban en sus cuartos durmiendo, pero yo me tuve que levantar ya que tenia sed. Fuí a la cocina silenciosamente y, poniendo un poco de agua en un vaso, vi a alguien fuera. Salí silenciosa de la casa y miré quien era. Al parecer era Scott, me acerqué un poco y me resbalé hacia atrás. El escocés se percató de mi y me cogió de la cintura con una mano evitando que cayera.
- ¿Que haces aqui?- me preguntó
- Bueno... Tenía sed, y como estabas tu aquí y no sabia quien eras, pues me dio un poco de curiosidad.- le contesté- ¿Y que haces tu aquí fuera?
Scott suspiró soltandome. Yo le miré bebiendo un poco del vaso.
- Bueno...- empezó a decir mientras miraba al cielo- Más o menos a esta hora se puede ver bien el cielo estrellado.
Me extañe un poco al principio, pero luego fijé mi mirada al cielo. Habían un montón de estrellas, mas de las que habia visto en mi vida. Dibujé una gran sonrisa en mi rostro con los ojos como platos, entonces el escocés me miró y me preguntó:
- ¿Te gusta? 
Le miré y sonreí dulcemente. 
- ¡Si! Mucho. 
El escocés se sorprendió un poco y volvió a ver las estrellas. Era raro que después de haberle visto haciendole daño a Arthur fuera tan... ¿dulce?
- Bueno,- dije mientras acababa de beber toda el agua del vaso- yo me voy a la cama. Estoy muy cansada después de haber venido desde mi casa a Europa.
Él solo sonrió levemente, yo me estiré y le dije:
- Nos vemos mañana Scott.
- Vale vale.- me dijo sin apartar la vista de las estrellas
Le miré y luego entré en la casa, dejando  el vaso en la cocina y yendo hacia mi cama. Estaba muuuuuy cansada, pero al muy poco rato después de entrar dentro de mi cama me dormí. 
Nunca pensé que en tan poco tiempo mi vida daría un giro. Pero aún así estoy muy agradecida por haber este viaje tan corto.