Ha pasado aproximadamente 2 semanas desde que estuve en Europa. Me lo pasé bastante bien, pero me lleve un recuerdo amargo de allí por culpa de Scott. Aun no me puedo quitar de la cabeza cuando casi me besa. Casi. Tenia que pegarle cuando aun tenia oportunidad. ¿Acaso no es un hombre? ¡Pues que se comporte como uno! Y eso implica a tratar a las mujeres con delicadeza, dulzura y amabilidad. Además de ser un bebedor compulsivo como Arthur... Pero bueno, que se le va hacer. Los hombres seguirán siendo hombres, pero más tontos.
Actualmente, estoy en una reunión con mis superiores. Asuntos políticos y tal... Pero lo malo, ¡es que me estoy durmiendo! Es aburridísimo estar en una reunión que no quieres estar. Y para colmo, de algo que escuchas dia a dia. Cuando era pequeña pasaba el tiempo con China-sense y nunca me tenía que preocupar de algo. Pero ahora que soy un país... ¡Tengo que esforzarme al máximo! De repente una de las secretarias del lugar donde estábamos haciendo la reunión irrumpio en la sala y dijo:
- Eh... Señorita Taiwan, tiene una carta...
- Ah... Vale.- le dije interrumpiendole
- Y también el señor China está en recepción.
- ¡¿Que?!- le dije alarmandome- Voy para allá.
- Pero Taiwan, aún no hemos acabado la reunión.- me dijo unos de mis superiores
- Acabadla vosotros. Yo ya me estaba durmiendo.- dije mientras salia de la sala
Cuándo salí, me dirigí corriendo a la recepción y me lancé sobre China.
- ¡¡¡¡Sense!!!!- dije emocionada
- A-Aiyaa... ¡Taiwán! ¡¿Y tus modales aru?!- me dijo algo enfadado
- Jeje... Perdon.- le contesté mientras me rascaba un poco la mejilla. Luego me dirigí a recepción a coger la carta- Y bien, ¿que haces aquí?
- Nada en especial aru.- me contestó mientras miraba como cogia la carta- ¿Ya te a llegado?
- ¿Esta carta? Si.- asentí levemente- ¿Por que preguntas? Espera, ¿acaso sabes lo que hay dentro?
- Bueno, algo así aru...
- Oh...
Miré la carta dirigida a mi nombre y me percaté de que esta venía de Inglaterra. "¿Arthur?" pensé en aquel instante que vi que provenía de Inglaterra. Abrí la carta y solo me encontré un billete de avión hacia el aeropuerto de Glasgow en Inglaterra. "¿Aeropuerto de Glasgow?" murmuré para mis adentros
- ¿Que pasa Taiwán?- me preguntó sense acercándose a mi
- ¿Dónde se encuentra el aeropuerto de Glasgow?- le pregunté
Él solo sonrió y dijo:
- Lo sabrás cuándo vayas aru.
- ¡¡¿¿Eh??!! ¡Eso es cruel!- le dije hinchando mis mejillas
Sense no me dijo nada después de eso, solo se limitó a sonreír. Estaba un tanto enfadada por lo que me había dicho sense pero lo deje pasar. El billete era para dentro de una semana, así que por ello decidí pasar esa semana en casa de China. Como antiguamente vivía con él tengo bastante ropa mia en su casa. Pasar una semana donde antiguamente vivía me trae muchos recuerdos, algunos de ellos un poco amargos. Sense siempre guarda las habitaciones de Corea, Honk Kong, a veces la de Japón y la mia para ocasiones como esta. Mi habitación seguía igual desde que estuve en la casa de China, aunque olía un poco a viejo. Realmente me alegraba aunque sea un poco volver al lugar donde he pasado la gran mayoría de mi vida. Y eso que mi vida es larga. Durante mi estancia en casa de China visité Peín para recordar las calles, aunque, sinceramente, Pekín había cambiado mucho. La gran mayoría del tiempo la pasé con China, me reía y le contaba cosas sobre mis tierras y mas, mientras él me explicaba cosas interesante que le habían ocurrido. Fue una semana bastante entretenida.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Una vez había llegado al aeropuerto de Pekín, dejé las maletas y me dirigí hacia el avión donde me correspondía volver a Taipei, y de allí salir hacia el aeropuerto de Glasgow. Me despedí de China con una par de besos en las mejillas, aunque luego le pegué un colleja y revolví su pelo. Él se enfadó un poco, pero luego sonrió satisfecho.
- Te has hecho mayor aru...- murmuró sense para sus adentros
Me percaté que decía algo y le dije gritando:
- ¿Pasa algo?
- ¡No es nada aru!- me contestó gritando y negando con la cabeza
Me extrañé un poco, pero no le di importancia, así que decidí sonreír e ir hacia la puerta la cual conducía al avión hacia Taipei, y de allí irme al Reino Unido.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Aeropuerto de Glasgow, Reino Unido. Ya había llegado a mi destino. Una vez había salido del avión, del cual llevaba unas cuantas horas dentro, fui caminado poco a poco para ir a recoger mi maleta. Una vez había recogido mi maleta me encontré con una mujer y me preguntó:
- Perdone, no será usted Taiwan, ¿no?
- Si.- le contesté asintiendo- Y usted, ¿quién es?
- Bueno, me han enviado para que la recogiera.- me dijo la mujer
- ¿A mi? ¿Quién se lo ha dicho?
- Bueno, no le puedo decir quien es pero aun así le conoce señorita Taiwan.
- Oh... Ya veo.- la dije sonriendole, aunque en realidad forzaba la sonrisa ya que estaba un poco molesta
- Perdone por no presentarme, soy Sasha.- me dijo ella amablemente y esbozando una bella sonrisa
Ella era una mujer que aparentaba 25 años. Iba bastante arreglada, llevaba un poco de maquillaje encima y una ropa un tanto elegante. Su pelo era pelirrojo tirando a anaranjado, sus ojos eran marrones y sus cejas... Sus cejas eran como las de Arhtur, enormemente gruesas. Se podría decir que a la gente inglesa se le puede diferenciar por sus cejas.
- Encantada de conocerte Sasha.- le dije mientras hacia una pequeña reverencia
- El placer es todo mio señorita Taiwan.
Estuvimos un rato hablando, y luego fuimos hacia la salida del aeropuerto de Glasglow y de allí cogimos un coche. Metí las maletas en el maletero y nos metimos en el coche dirección a algún lado. Ella me contó cosas interesantes sobre Inlgaterra. Tambien me contó que cuando fue a la capital estuvo un rato con Arthur, y al invitarle a una copa... Todo se descontroló. La entendí claramente porque yo lo vi con mis propios ojos cuando fuimos todos a aquella reunión... Me llevé realmente un mal recuerdo. Un muy mal recuerdo.
- Señorita Taiwan, antes de llevarle a su destino tengo que llevarle a la embajada de su país en Edimburgo. Hay algunos asuntos que tiene que hablar con el señor Inglaterra.- me dijo Sasha amablemente
- Oh... Ya veo.- dije estirandome levemente
Así que la embajada de mi país aquí en Inglaterra... Si mal no recuerdo mal solo hay dos embajadas de mi país en Inlgaterra: en Londres y en Edimburgo. Solo he ido a la embajada de Londres por lo que me hace mas ilusión ir a esta embajada. Hablé un rato con Sasha e intenté sonsacarle de donde me encontraba pero ella solo me dijo "Lo siento señorita Taiwan, pero me han dicho que no puedo decírselo". La verdad es que eso me sorprendió bastante. Después de aquella pregunta ya no volví ha hablar con Sasha, es mas, estuvimos las dos calladas todo el rato. Al cabo de alrededor de una hora llegamos a Endimburgo pero no a nuestro destino. Entramos en la ciudad con el coche y, entre calles y calles, llegamos a la embajada. Bajamos las dos del coche algo incomodas por todo aquel largo silencio. La verdad es que por alguna razón el ambiente de aquella sola calle me recordaba varias cosas: bosques, alturas y magia por muy extraño que parezca. Aunque en Londres pasó mas o menos lo mismo, esta vez notaba como una magia mas poderosa que la de Londres. No se. Es una sensación extraña para poderla explicar. Pues bien, Sasha y yo entramos en la embajada y nos dirigimos directamente a una de las salas. Al llegar y abrir la puerta me encontré con Arthur, osea Inglaterra. La sala es la típica salita de reuniones de Inglaterra: la mesa de madera, las paredes color caoba, unos muebles muy ornamentos pareciendo casi lujosos, algún que otro cuadro y una ventana un poco grande a un lado de la sala donde se veía el exterior. Se me hacía algo extraño todo eso, algo así como una corazonada pero pasé un poco un de eso. Entré en la sala dando una pequeña reverencia, entonces Arthur se acercó a mi y me dijo caballerosamente:
- Muy buenas señorita Taiwan. Sientese, debe estar muy cansada despues de su largo viaje.- y con un movimiento me indicó una de las sillas
- Muchas gracias Art...- en ese mismo instante Arthur me tapó la boca evitando que acabara de decir su nombre
- Señorita Taiwan, es mejor que por ahora no me llame por mi nombre de humano.- susurró Arthur y posteriormente quitó su mano de mi boca
- Oh... Esta bien...- dije asintiendo con la cabeza y sentadome en una de las sillas
Me sorprendí bastante. No pensé que me dijera eso. Luego de que Sasha nos abadonara en aquella sala, Arthur se sentó y suspiró. Parecía que él tambien estaba cansado.
- Bueno Taiwan, me gustaría hablarte sobre una reforma que hemos pensado en el parlamento para los estudiantes que quieren ir a estudiar en tu casa.- dijo con toda tranquilidad Arthur mientras se ponía serio y cogía unos papeles
- ¡A-Ah! Esta bien.- dije aun algo sorprendida y preparandome para escuchar y hablar con Arthur
Estuvimos un buen rato hablando sobre esta reforma y discutiéndola un poco. Era un tema bastante complicado pero entre lo que sabia, los que había escuchado de mi superiores y lo que había aprendido en casa de China podía manejar bastante bien todo aquello. Una vez acabamos de hablar de todo aquello me llevé las manos a la cabeza cansada. Estar mas de 10 horas en un avión y luego hacer esta reunión me había dejado exhausta. Miré a Inglaterra y me fijé en que llevaba traje. Se aflojó la corbata y suspiró como la ultima vez.
- Inglaterra pareces estar cansado. ¿Te pasa algo?- dije mientras apoyaba mi cabeza en mis manos como una niña pequeña
- Bueno... Estoy cansado. Ayer no dormí bien y hoy, tampoco. Y a parte de estar bastante ocupado estos días, aquí me odian.- me contestó Arthur llevándose una mano a la frente majaseandosela al final
- ¿Odiar? Pero si eres...
- Sí, ya lo se Taiwan. Pero piensa que estamos en Endimburgo, capital de Escocia.- dijo aún masajeandose la frente
- ¿Capital de Escocia?- dije extrañada y levantando mi cabeza levemente de mis manos
- Sí.- Arthur se puso correctamente en la silla, apoyó sus brazos en la mesa, cruzó los dedos de sus manos y se llevó las manos a su boca.- Taiwan, ¿sabes para que has venido realmente aquí?
- Pues...- dudaba de todo aquello. Temblaba levemente. Pero al final miré firmemente al inglés.- No.
- Ya veo...- susurró Arthur bajando su mirada
- Inglaterra, dígame para que he venido aquí por favor.
Tras aquella petición Arthur se levantó de la silla y se acercó a la ventana que había en la sala. Miró un rato por la ventana y luego se dirigió a mi con estas palabras:
- Mi hermano quiere verte.
- ¿Tu hermano?- dije algo extrañada, pero al pensar un poco en ello me levanté de una salto de la silla sorprendida- ¡¿Scott?!
- Así es.
- Pero... ¿Por qué me quiere ver ese sinvergüenza?
- Y yo que se... No entiendo su mente, además... Me odia.- dijo poniendo una cara de decepción tras aquellas ultimas palabras
- B-Bueno, no te deprimas Inglaterra. Pero... ¿Para que me querrá ver?
- Por ahora solo limítate a alojarte y a descansar, que tu viaje ha sido muy largo.
- Sí... Tienes razón. Muchísimas gracias Inglaterra.
Me levanté de la silla mientras que Arthur se acercó a mi. Hablamos un poco de todo y salimos de aquella sala color caoba y nos dirigmos a la salida de la embajada. Un poco antes de la salida de la embajada nos estaba esperando Sasha. Al parecer habia estado dando algunas vueltas por la calle y hace poco habia llegado a la embajada. En todo caso, Sasha se acercó a Arthur y a mi y nos dijo:
- ¿Ya han acabado?
- Así es.- dijó Arthur asintiendo con la cabeza
- Entiendo.- dijo Sasha. Vio a Arthur y suspiró- Señor Inglaterra, vistese bien por favor.- se acercó a él y le colocó bien la corbata
- Ah... Thanks you Sasha.- contestó Arthur
- Bien. - dijo Sasha apartandose de Arthur una vez habia acabado- Señor Inglaterra, un coche le esta esperando fuera para llevarlo a su hotel.- luego dirigió su miranda hacia mi- Y señorita Taiwan, hay otro coche para usted. Le llevará al lugar donde se alojará.
- Ah... Xie xie.- dije algo sonriente
- ¿Xie xie?- dijo Sasha extrañada
- Significa gracias en chino.- añadió Arthur antes de salir
- Ya veo... ¡Wait!- dijo Sasha corriendo detras de Arthur- Sr. England, can you wait for me?
Vi como Arthur y Sasha se alejaban de mi poco a poco. Yo, mientras, seguia parada en el mismo lugar. No sabia que hacer. A parte de estar en otro pais estaba en casa de Scott. Seguro que China-sense lo tenia todo planeado... Estupido viejo... Al cabo de un rato salí de la embajada y me di cuenta de que Sasha y Arthur ya se habian ido, por lo que suponía que aquel coche que quedaba era el que me llevaria a mi alojamiento. Fui hace el coche y al parecer un hombre salio de él. Era bastante alto, tenia el pelo negro y recogido hacia atras, con un traje y unas gafas negras como si fuera un espia o algo por el estilo y tambien tenia las cejas enormente gruesas como la Sasha. En serio, ¿por qué todos los ingleses tienen las cejas tan grandes? Misterios de la vida. Aquel hombre me explicó que mis maletas ya estaban en el coche por lo que no tenia que preocuparme. Tambien me dijo que entrara en el coche, por lo que no dude y entre dentro. No sabia donde me alojaba, tampoco sabia donde me llevaria aquel coche pero lo que queria saber y averiguar era por qué Scott me queria ver.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Llegé a una casa de campo algo lejos de Edimburgo. La casa estaba rodeada de campo al parecer. Salí del coche, cogí las maletas del maletero y me paré en frente de la casa notando un ambiente de tranquilidad enorme. Quien lo iba a pensar. Aquella casa tenia dos pisos: la planta baja y la primera planta. Aunque... A lo mejor tendria un atico escondido. La casa tenia un color blanco pastel por el desgaste de los años. Realmente un bello color para una casita de este estilo. Tambien tenia un toque de casa de montaña, a lo mejor era porque como en el Reino Unido llueve tanto la casita era de ese estilo para que no se acumule el agua en el techo. Habian algunas plantas que trepaban un poco por un lado de la pared delantera, y mi curiosidad hizo que siguiera esas plantas llegando al lado trasero de la casa. A diferncia de la entrada que no tenia casi nada, el patio trasero era enorme. Tenia unos bancos y unas mesas para poder pasar el día entero sentado ahí. Tambien habia plantas, que era lo que mas abundaba. Los arboles eran enormes, se notaban que llevaban años ahí ya que eran bastante altos y sus troncos eran bastante gruesos, eso si, parecia que no los habian cuidado en años. En cambio, había muchas flores de distintos colores, especies y tamaños: rosas, lirios, margaritas, tulipanes, claveles, orquídeas y muchas mas. Aunque me fije ciertamente en una. Era de un color rosa parecido a la flor de mi pelo. Aunque su toque rosa especial que tenia gracias a los pétalos hacían que aquella flor fuera mas bonita. Me incliné un poco para ver mejor aquella flor. Varios mechones de pelo caian delante mio, y los que me molestaban los enviaba detrás de mi oreja. Contemplaba con una sonrisa y un brillo en los ojos a aquella bella flor sin notar que alguien se acercaba poco a poco hacia mí.
- Que bonita...- decía contemplando la flor rosada
- Esa flor...
Una voz misteriosa empezó a hablar y, al escuchar aquellas palabras, mi mirada se dirigió hacia atrás sin ponerme recta. Y adivinidad quien estaba ahí. Un escocés de pelo rojo, con grades cejas, ojos verdes y con un cigarrillo en la boca. Sí. Os habló de Scott, más conocido como Escocia.
- Es una camelia.- acabó de decir Scott la frase que empezó.
La verdad me sorprendí bastante al ver a Scott ahí. Al verle mis ojos se abrieron como platos. Estaba atónita. No sabía que hacer. Mientras tanto él miró al principio la camelia y luego dirigió la mirada hacia mí. Estuvimos un rato viéndonos mutuamente. No sabía que hacer en aquella situación. Al darme cuenta de ello dirigí mi mirada a la camelia nuevamente.
- A-Ah... Ya veo... Es muy bonita.- dije intentando romper el hielo que había entre nosotros dos
Yo la verdad no me percaté hasta más tarde pero Scott me miraba con algo de culpabilidad, aunque también podía ser imanación mía ya que en lo profundo de mi ser estaría pensado que él se sentiría culpable de todo lo que hizo.
- Oye,- dijo Scott con un tono un tanto monótono. Yo giré mi cabeza para verle y luego prosiguió- ¿te vas a quedar todo el día aquí o vas a entrar dentro?
Me molesté bastante por aquello. Inflé mis mejillas mientras fruncía el ceño a la vez y me reincorporé.
- Pues claro que no.- dije molesta
- Oh... Entonces te quedarás aquí todo el día.- dijo Scott mientras empezó a caminar hacia la casa
- ¡¿Eh?! No es eso Scott...- dije alterada
Seguí al escocés para no tener que quedarme ahí sola. Creo que tal vez aquello lo dijo como broma, pero quien sabe. Entonces él me miró de reojo, sonrió y volvió a mirar dirección a la casa mientras decía:
- Bienvenida a Escocia, señorita Tai-wan
Al escuchar que se refería a mi de aquella manera me volvió a molestar.
- Callate- le dije con las mejillas un poco infladas
Antes de entrar había unas escaleras y un rellano con una mesa y unas sillas. El suelo era de madera antigua, como una vieja casa. Subí como pude las maletas al rellano para meterlas posteriormente a la casa. Pero claro, Scott no me ayudó a subir las maletas. No es para nada un caballero. Entramos a la casa y quien lo iba a decir, la casa era muy reconfortante. Parecía una de esas casitas de madera típicas de las películas. También era bastante espaciosa. Al entrar vi al fondo una puerta, tal vez era la de entrada. Mas de la mitad de la planta baja era el salón que tenia una chimenea, una televisión bastante grande, un sofá, dos sillones, una mesa bastante grande que parecía para reuniones familiares, varias sillas y un montón de adornos. Era impresionante. También había una vitrina con la que parecía contener botellas de alcohol. No era nada raro si Scott era un bebedor como Inlgaterra. La otra parte de la planta baja era la cocina, bastante grande para ser sincera. Tenia de todo: una nevera, un congelador, un horno, un montón de armarios, una fregadora, lavavajillas, una mesa para preparar la comida y mas de entre otras cosas. No había ninguna pared entre la cocina y el salón por lo que se hacia fácil para entrar y salir.Justo al lado de la cocina había unas escaleras que daban paso al piso de arriba y al dirigir mi mirada a las escaleras Scott empezó a ir hacia a ellas. Yo le seguí esperando que me mostrara mi habitación y a la vez, la casa. Scott, al ver que subía las maletas por las escaleras, se giró hacia mí y me preguntó:
- ¿Que estas haciendo?
- ¿Eh?- me extrañe y miré al escocés- Pues subir las maletas a mi cuarto, ¿no?
- ¿Quien a dicho que hagas eso?- me dijo Scott con los ojos entreabiertos como si me clavara algo con la mirada y con un toque de enfado.- Estas en mi casa, así que no hagas algo que yo no he dicho.
Al escuchar eso y al ver al escocés me asusté bastante. Bajé la mirada y bajé las escaleras con cuidado ya que tenia las maletas. Mientras tanto el escocés acabó de subir las escaleras y a partir de allí le perdí de vista. Miré un rato la parte de arriba de las escaleras y luego miré al suelo. ¿Como era posible que fuera tan frió conmigo?¿Que le había hecho yo? No entendía nada. Me dirigí a uno de los dos sillones, dejé las maletas al lado y miré la hora. Eran las 9:51 de la noche. Estaba bastante cansada después de todo lo que había pasado aquel día. Me senté en el sillón y di un largo suspiro. Yo que había venido con la intención de arreglar las cosas con Scott y me trata así. No sé como sentir eso al respecto. Miré a la chimenea que estaba encendida. Y al cuarto de hora me dormí en el sillón ya que no aguantaba el cansancio.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
El escocés bajó las escaleras para apagar el fuego, y al verme a mí suspiró.
- Idiota...- dijo entre dientes
Entonces apagó el fuego.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
¡¡FELIZ AÑO NUEVO!! Sí. No estoy muerta es solo que el tiempo y mi imaginación no me llegan. El caso, para empezar bien el año os traigo este capitulo del fic de Taiwan y Scott, y lo mejor es que este no será el ultimo capitulo!! Es que si seguia alargando este capitulo se haria muuuuy largo por lo que he decidido dejarlo aquí. Y bueno, disfrutad de este capitulo que el 5º ya va en camino. Haruna, la escritora a tiempo parcial de este blog se despide =3=
Actualmente, estoy en una reunión con mis superiores. Asuntos políticos y tal... Pero lo malo, ¡es que me estoy durmiendo! Es aburridísimo estar en una reunión que no quieres estar. Y para colmo, de algo que escuchas dia a dia. Cuando era pequeña pasaba el tiempo con China-sense y nunca me tenía que preocupar de algo. Pero ahora que soy un país... ¡Tengo que esforzarme al máximo! De repente una de las secretarias del lugar donde estábamos haciendo la reunión irrumpio en la sala y dijo:
- Eh... Señorita Taiwan, tiene una carta...
- Ah... Vale.- le dije interrumpiendole
- Y también el señor China está en recepción.
- ¡¿Que?!- le dije alarmandome- Voy para allá.
- Pero Taiwan, aún no hemos acabado la reunión.- me dijo unos de mis superiores
- Acabadla vosotros. Yo ya me estaba durmiendo.- dije mientras salia de la sala
Cuándo salí, me dirigí corriendo a la recepción y me lancé sobre China.
- ¡¡¡¡Sense!!!!- dije emocionada
- A-Aiyaa... ¡Taiwán! ¡¿Y tus modales aru?!- me dijo algo enfadado
- Jeje... Perdon.- le contesté mientras me rascaba un poco la mejilla. Luego me dirigí a recepción a coger la carta- Y bien, ¿que haces aquí?
- Nada en especial aru.- me contestó mientras miraba como cogia la carta- ¿Ya te a llegado?
- ¿Esta carta? Si.- asentí levemente- ¿Por que preguntas? Espera, ¿acaso sabes lo que hay dentro?
- Bueno, algo así aru...
- Oh...
Miré la carta dirigida a mi nombre y me percaté de que esta venía de Inglaterra. "¿Arthur?" pensé en aquel instante que vi que provenía de Inglaterra. Abrí la carta y solo me encontré un billete de avión hacia el aeropuerto de Glasgow en Inglaterra. "¿Aeropuerto de Glasgow?" murmuré para mis adentros
- ¿Que pasa Taiwán?- me preguntó sense acercándose a mi
- ¿Dónde se encuentra el aeropuerto de Glasgow?- le pregunté
Él solo sonrió y dijo:
- Lo sabrás cuándo vayas aru.
- ¡¡¿¿Eh??!! ¡Eso es cruel!- le dije hinchando mis mejillas
Sense no me dijo nada después de eso, solo se limitó a sonreír. Estaba un tanto enfadada por lo que me había dicho sense pero lo deje pasar. El billete era para dentro de una semana, así que por ello decidí pasar esa semana en casa de China. Como antiguamente vivía con él tengo bastante ropa mia en su casa. Pasar una semana donde antiguamente vivía me trae muchos recuerdos, algunos de ellos un poco amargos. Sense siempre guarda las habitaciones de Corea, Honk Kong, a veces la de Japón y la mia para ocasiones como esta. Mi habitación seguía igual desde que estuve en la casa de China, aunque olía un poco a viejo. Realmente me alegraba aunque sea un poco volver al lugar donde he pasado la gran mayoría de mi vida. Y eso que mi vida es larga. Durante mi estancia en casa de China visité Peín para recordar las calles, aunque, sinceramente, Pekín había cambiado mucho. La gran mayoría del tiempo la pasé con China, me reía y le contaba cosas sobre mis tierras y mas, mientras él me explicaba cosas interesante que le habían ocurrido. Fue una semana bastante entretenida.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Una vez había llegado al aeropuerto de Pekín, dejé las maletas y me dirigí hacia el avión donde me correspondía volver a Taipei, y de allí salir hacia el aeropuerto de Glasgow. Me despedí de China con una par de besos en las mejillas, aunque luego le pegué un colleja y revolví su pelo. Él se enfadó un poco, pero luego sonrió satisfecho.
- Te has hecho mayor aru...- murmuró sense para sus adentros
Me percaté que decía algo y le dije gritando:
- ¿Pasa algo?
- ¡No es nada aru!- me contestó gritando y negando con la cabeza
Me extrañé un poco, pero no le di importancia, así que decidí sonreír e ir hacia la puerta la cual conducía al avión hacia Taipei, y de allí irme al Reino Unido.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Aeropuerto de Glasgow, Reino Unido. Ya había llegado a mi destino. Una vez había salido del avión, del cual llevaba unas cuantas horas dentro, fui caminado poco a poco para ir a recoger mi maleta. Una vez había recogido mi maleta me encontré con una mujer y me preguntó:
- Perdone, no será usted Taiwan, ¿no?
- Si.- le contesté asintiendo- Y usted, ¿quién es?
- Bueno, me han enviado para que la recogiera.- me dijo la mujer
- ¿A mi? ¿Quién se lo ha dicho?
- Bueno, no le puedo decir quien es pero aun así le conoce señorita Taiwan.
- Oh... Ya veo.- la dije sonriendole, aunque en realidad forzaba la sonrisa ya que estaba un poco molesta
- Perdone por no presentarme, soy Sasha.- me dijo ella amablemente y esbozando una bella sonrisa
Ella era una mujer que aparentaba 25 años. Iba bastante arreglada, llevaba un poco de maquillaje encima y una ropa un tanto elegante. Su pelo era pelirrojo tirando a anaranjado, sus ojos eran marrones y sus cejas... Sus cejas eran como las de Arhtur, enormemente gruesas. Se podría decir que a la gente inglesa se le puede diferenciar por sus cejas.
- Encantada de conocerte Sasha.- le dije mientras hacia una pequeña reverencia
- El placer es todo mio señorita Taiwan.
Estuvimos un rato hablando, y luego fuimos hacia la salida del aeropuerto de Glasglow y de allí cogimos un coche. Metí las maletas en el maletero y nos metimos en el coche dirección a algún lado. Ella me contó cosas interesantes sobre Inlgaterra. Tambien me contó que cuando fue a la capital estuvo un rato con Arthur, y al invitarle a una copa... Todo se descontroló. La entendí claramente porque yo lo vi con mis propios ojos cuando fuimos todos a aquella reunión... Me llevé realmente un mal recuerdo. Un muy mal recuerdo.
- Señorita Taiwan, antes de llevarle a su destino tengo que llevarle a la embajada de su país en Edimburgo. Hay algunos asuntos que tiene que hablar con el señor Inglaterra.- me dijo Sasha amablemente
- Oh... Ya veo.- dije estirandome levemente
Así que la embajada de mi país aquí en Inglaterra... Si mal no recuerdo mal solo hay dos embajadas de mi país en Inlgaterra: en Londres y en Edimburgo. Solo he ido a la embajada de Londres por lo que me hace mas ilusión ir a esta embajada. Hablé un rato con Sasha e intenté sonsacarle de donde me encontraba pero ella solo me dijo "Lo siento señorita Taiwan, pero me han dicho que no puedo decírselo". La verdad es que eso me sorprendió bastante. Después de aquella pregunta ya no volví ha hablar con Sasha, es mas, estuvimos las dos calladas todo el rato. Al cabo de alrededor de una hora llegamos a Endimburgo pero no a nuestro destino. Entramos en la ciudad con el coche y, entre calles y calles, llegamos a la embajada. Bajamos las dos del coche algo incomodas por todo aquel largo silencio. La verdad es que por alguna razón el ambiente de aquella sola calle me recordaba varias cosas: bosques, alturas y magia por muy extraño que parezca. Aunque en Londres pasó mas o menos lo mismo, esta vez notaba como una magia mas poderosa que la de Londres. No se. Es una sensación extraña para poderla explicar. Pues bien, Sasha y yo entramos en la embajada y nos dirigimos directamente a una de las salas. Al llegar y abrir la puerta me encontré con Arthur, osea Inglaterra. La sala es la típica salita de reuniones de Inglaterra: la mesa de madera, las paredes color caoba, unos muebles muy ornamentos pareciendo casi lujosos, algún que otro cuadro y una ventana un poco grande a un lado de la sala donde se veía el exterior. Se me hacía algo extraño todo eso, algo así como una corazonada pero pasé un poco un de eso. Entré en la sala dando una pequeña reverencia, entonces Arthur se acercó a mi y me dijo caballerosamente:
- Muy buenas señorita Taiwan. Sientese, debe estar muy cansada despues de su largo viaje.- y con un movimiento me indicó una de las sillas
- Muchas gracias Art...- en ese mismo instante Arthur me tapó la boca evitando que acabara de decir su nombre
- Señorita Taiwan, es mejor que por ahora no me llame por mi nombre de humano.- susurró Arthur y posteriormente quitó su mano de mi boca
- Oh... Esta bien...- dije asintiendo con la cabeza y sentadome en una de las sillas
Me sorprendí bastante. No pensé que me dijera eso. Luego de que Sasha nos abadonara en aquella sala, Arthur se sentó y suspiró. Parecía que él tambien estaba cansado.
- Bueno Taiwan, me gustaría hablarte sobre una reforma que hemos pensado en el parlamento para los estudiantes que quieren ir a estudiar en tu casa.- dijo con toda tranquilidad Arthur mientras se ponía serio y cogía unos papeles
- ¡A-Ah! Esta bien.- dije aun algo sorprendida y preparandome para escuchar y hablar con Arthur
Estuvimos un buen rato hablando sobre esta reforma y discutiéndola un poco. Era un tema bastante complicado pero entre lo que sabia, los que había escuchado de mi superiores y lo que había aprendido en casa de China podía manejar bastante bien todo aquello. Una vez acabamos de hablar de todo aquello me llevé las manos a la cabeza cansada. Estar mas de 10 horas en un avión y luego hacer esta reunión me había dejado exhausta. Miré a Inglaterra y me fijé en que llevaba traje. Se aflojó la corbata y suspiró como la ultima vez.
- Inglaterra pareces estar cansado. ¿Te pasa algo?- dije mientras apoyaba mi cabeza en mis manos como una niña pequeña
- Bueno... Estoy cansado. Ayer no dormí bien y hoy, tampoco. Y a parte de estar bastante ocupado estos días, aquí me odian.- me contestó Arthur llevándose una mano a la frente majaseandosela al final
- ¿Odiar? Pero si eres...
- Sí, ya lo se Taiwan. Pero piensa que estamos en Endimburgo, capital de Escocia.- dijo aún masajeandose la frente
- ¿Capital de Escocia?- dije extrañada y levantando mi cabeza levemente de mis manos
- Sí.- Arthur se puso correctamente en la silla, apoyó sus brazos en la mesa, cruzó los dedos de sus manos y se llevó las manos a su boca.- Taiwan, ¿sabes para que has venido realmente aquí?
- Pues...- dudaba de todo aquello. Temblaba levemente. Pero al final miré firmemente al inglés.- No.
- Ya veo...- susurró Arthur bajando su mirada
- Inglaterra, dígame para que he venido aquí por favor.
Tras aquella petición Arthur se levantó de la silla y se acercó a la ventana que había en la sala. Miró un rato por la ventana y luego se dirigió a mi con estas palabras:
- Mi hermano quiere verte.
- ¿Tu hermano?- dije algo extrañada, pero al pensar un poco en ello me levanté de una salto de la silla sorprendida- ¡¿Scott?!
- Así es.
- Pero... ¿Por qué me quiere ver ese sinvergüenza?
- Y yo que se... No entiendo su mente, además... Me odia.- dijo poniendo una cara de decepción tras aquellas ultimas palabras
- B-Bueno, no te deprimas Inglaterra. Pero... ¿Para que me querrá ver?
- Por ahora solo limítate a alojarte y a descansar, que tu viaje ha sido muy largo.
- Sí... Tienes razón. Muchísimas gracias Inglaterra.
Me levanté de la silla mientras que Arthur se acercó a mi. Hablamos un poco de todo y salimos de aquella sala color caoba y nos dirigmos a la salida de la embajada. Un poco antes de la salida de la embajada nos estaba esperando Sasha. Al parecer habia estado dando algunas vueltas por la calle y hace poco habia llegado a la embajada. En todo caso, Sasha se acercó a Arthur y a mi y nos dijo:
- ¿Ya han acabado?
- Así es.- dijó Arthur asintiendo con la cabeza
- Entiendo.- dijo Sasha. Vio a Arthur y suspiró- Señor Inglaterra, vistese bien por favor.- se acercó a él y le colocó bien la corbata
- Ah... Thanks you Sasha.- contestó Arthur
- Bien. - dijo Sasha apartandose de Arthur una vez habia acabado- Señor Inglaterra, un coche le esta esperando fuera para llevarlo a su hotel.- luego dirigió su miranda hacia mi- Y señorita Taiwan, hay otro coche para usted. Le llevará al lugar donde se alojará.
- Ah... Xie xie.- dije algo sonriente
- ¿Xie xie?- dijo Sasha extrañada
- Significa gracias en chino.- añadió Arthur antes de salir
- Ya veo... ¡Wait!- dijo Sasha corriendo detras de Arthur- Sr. England, can you wait for me?
Vi como Arthur y Sasha se alejaban de mi poco a poco. Yo, mientras, seguia parada en el mismo lugar. No sabia que hacer. A parte de estar en otro pais estaba en casa de Scott. Seguro que China-sense lo tenia todo planeado... Estupido viejo... Al cabo de un rato salí de la embajada y me di cuenta de que Sasha y Arthur ya se habian ido, por lo que suponía que aquel coche que quedaba era el que me llevaria a mi alojamiento. Fui hace el coche y al parecer un hombre salio de él. Era bastante alto, tenia el pelo negro y recogido hacia atras, con un traje y unas gafas negras como si fuera un espia o algo por el estilo y tambien tenia las cejas enormente gruesas como la Sasha. En serio, ¿por qué todos los ingleses tienen las cejas tan grandes? Misterios de la vida. Aquel hombre me explicó que mis maletas ya estaban en el coche por lo que no tenia que preocuparme. Tambien me dijo que entrara en el coche, por lo que no dude y entre dentro. No sabia donde me alojaba, tampoco sabia donde me llevaria aquel coche pero lo que queria saber y averiguar era por qué Scott me queria ver.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Llegé a una casa de campo algo lejos de Edimburgo. La casa estaba rodeada de campo al parecer. Salí del coche, cogí las maletas del maletero y me paré en frente de la casa notando un ambiente de tranquilidad enorme. Quien lo iba a pensar. Aquella casa tenia dos pisos: la planta baja y la primera planta. Aunque... A lo mejor tendria un atico escondido. La casa tenia un color blanco pastel por el desgaste de los años. Realmente un bello color para una casita de este estilo. Tambien tenia un toque de casa de montaña, a lo mejor era porque como en el Reino Unido llueve tanto la casita era de ese estilo para que no se acumule el agua en el techo. Habian algunas plantas que trepaban un poco por un lado de la pared delantera, y mi curiosidad hizo que siguiera esas plantas llegando al lado trasero de la casa. A diferncia de la entrada que no tenia casi nada, el patio trasero era enorme. Tenia unos bancos y unas mesas para poder pasar el día entero sentado ahí. Tambien habia plantas, que era lo que mas abundaba. Los arboles eran enormes, se notaban que llevaban años ahí ya que eran bastante altos y sus troncos eran bastante gruesos, eso si, parecia que no los habian cuidado en años. En cambio, había muchas flores de distintos colores, especies y tamaños: rosas, lirios, margaritas, tulipanes, claveles, orquídeas y muchas mas. Aunque me fije ciertamente en una. Era de un color rosa parecido a la flor de mi pelo. Aunque su toque rosa especial que tenia gracias a los pétalos hacían que aquella flor fuera mas bonita. Me incliné un poco para ver mejor aquella flor. Varios mechones de pelo caian delante mio, y los que me molestaban los enviaba detrás de mi oreja. Contemplaba con una sonrisa y un brillo en los ojos a aquella bella flor sin notar que alguien se acercaba poco a poco hacia mí.
- Que bonita...- decía contemplando la flor rosada
- Esa flor...
Una voz misteriosa empezó a hablar y, al escuchar aquellas palabras, mi mirada se dirigió hacia atrás sin ponerme recta. Y adivinidad quien estaba ahí. Un escocés de pelo rojo, con grades cejas, ojos verdes y con un cigarrillo en la boca. Sí. Os habló de Scott, más conocido como Escocia.
- Es una camelia.- acabó de decir Scott la frase que empezó.
La verdad me sorprendí bastante al ver a Scott ahí. Al verle mis ojos se abrieron como platos. Estaba atónita. No sabía que hacer. Mientras tanto él miró al principio la camelia y luego dirigió la mirada hacia mí. Estuvimos un rato viéndonos mutuamente. No sabía que hacer en aquella situación. Al darme cuenta de ello dirigí mi mirada a la camelia nuevamente.
- A-Ah... Ya veo... Es muy bonita.- dije intentando romper el hielo que había entre nosotros dos
Yo la verdad no me percaté hasta más tarde pero Scott me miraba con algo de culpabilidad, aunque también podía ser imanación mía ya que en lo profundo de mi ser estaría pensado que él se sentiría culpable de todo lo que hizo.
- Oye,- dijo Scott con un tono un tanto monótono. Yo giré mi cabeza para verle y luego prosiguió- ¿te vas a quedar todo el día aquí o vas a entrar dentro?
Me molesté bastante por aquello. Inflé mis mejillas mientras fruncía el ceño a la vez y me reincorporé.
- Pues claro que no.- dije molesta
- Oh... Entonces te quedarás aquí todo el día.- dijo Scott mientras empezó a caminar hacia la casa
- ¡¿Eh?! No es eso Scott...- dije alterada
Seguí al escocés para no tener que quedarme ahí sola. Creo que tal vez aquello lo dijo como broma, pero quien sabe. Entonces él me miró de reojo, sonrió y volvió a mirar dirección a la casa mientras decía:
- Bienvenida a Escocia, señorita Tai-wan
Al escuchar que se refería a mi de aquella manera me volvió a molestar.
- Callate- le dije con las mejillas un poco infladas
Antes de entrar había unas escaleras y un rellano con una mesa y unas sillas. El suelo era de madera antigua, como una vieja casa. Subí como pude las maletas al rellano para meterlas posteriormente a la casa. Pero claro, Scott no me ayudó a subir las maletas. No es para nada un caballero. Entramos a la casa y quien lo iba a decir, la casa era muy reconfortante. Parecía una de esas casitas de madera típicas de las películas. También era bastante espaciosa. Al entrar vi al fondo una puerta, tal vez era la de entrada. Mas de la mitad de la planta baja era el salón que tenia una chimenea, una televisión bastante grande, un sofá, dos sillones, una mesa bastante grande que parecía para reuniones familiares, varias sillas y un montón de adornos. Era impresionante. También había una vitrina con la que parecía contener botellas de alcohol. No era nada raro si Scott era un bebedor como Inlgaterra. La otra parte de la planta baja era la cocina, bastante grande para ser sincera. Tenia de todo: una nevera, un congelador, un horno, un montón de armarios, una fregadora, lavavajillas, una mesa para preparar la comida y mas de entre otras cosas. No había ninguna pared entre la cocina y el salón por lo que se hacia fácil para entrar y salir.Justo al lado de la cocina había unas escaleras que daban paso al piso de arriba y al dirigir mi mirada a las escaleras Scott empezó a ir hacia a ellas. Yo le seguí esperando que me mostrara mi habitación y a la vez, la casa. Scott, al ver que subía las maletas por las escaleras, se giró hacia mí y me preguntó:
- ¿Que estas haciendo?
- ¿Eh?- me extrañe y miré al escocés- Pues subir las maletas a mi cuarto, ¿no?
- ¿Quien a dicho que hagas eso?- me dijo Scott con los ojos entreabiertos como si me clavara algo con la mirada y con un toque de enfado.- Estas en mi casa, así que no hagas algo que yo no he dicho.
Al escuchar eso y al ver al escocés me asusté bastante. Bajé la mirada y bajé las escaleras con cuidado ya que tenia las maletas. Mientras tanto el escocés acabó de subir las escaleras y a partir de allí le perdí de vista. Miré un rato la parte de arriba de las escaleras y luego miré al suelo. ¿Como era posible que fuera tan frió conmigo?¿Que le había hecho yo? No entendía nada. Me dirigí a uno de los dos sillones, dejé las maletas al lado y miré la hora. Eran las 9:51 de la noche. Estaba bastante cansada después de todo lo que había pasado aquel día. Me senté en el sillón y di un largo suspiro. Yo que había venido con la intención de arreglar las cosas con Scott y me trata así. No sé como sentir eso al respecto. Miré a la chimenea que estaba encendida. Y al cuarto de hora me dormí en el sillón ya que no aguantaba el cansancio.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
El escocés bajó las escaleras para apagar el fuego, y al verme a mí suspiró.
- Idiota...- dijo entre dientes
Entonces apagó el fuego.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
¡¡FELIZ AÑO NUEVO!! Sí. No estoy muerta es solo que el tiempo y mi imaginación no me llegan. El caso, para empezar bien el año os traigo este capitulo del fic de Taiwan y Scott, y lo mejor es que este no será el ultimo capitulo!! Es que si seguia alargando este capitulo se haria muuuuy largo por lo que he decidido dejarlo aquí. Y bueno, disfrutad de este capitulo que el 5º ya va en camino. Haruna, la escritora a tiempo parcial de este blog se despide =3=